Un premio dedicado a Joaquín Navarro-Valls recompensa el liderazgo y la benevolencia
Tiziana Campisi - Ciudad del Vaticano
Se ha creado un premio para rendir homenaje a Joaquín Navarro-Valls, médico, periodista, estrecho colaborador del fundador del Opus Dei Josemaría Escrivá y desde 1984 hasta 2006 Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede. El premio, en su primera edición, es una idea de la Fundación Universidad Biomédica para celebrar los primeros treinta años de actividad de la Universidad Campus Bio-Médico de Roma y de la Fundación Policlínico Universitario Campus Bio-Médico. El objetivo es identificar a figuras de gran relevancia social, económica e institucional, en cuya trayectoria profesional y humana es posible encontrar la visión profunda y aún actual de Navarro-Valls sobre los temas del liderazgo y la benevolencia. Junto con el premio, se ha creado un "Fondo de Becas para la Universidad Campus Bio-Médico de Roma", que también lleva el nombre del inolvidable portavoz de Juan Pablo II, con el objetivo de potenciar el talento merecedor y garantizar el derecho al estudio, la inclusión y el desarrollo.
El premio al empresario Brunello Cucinelli
El Premio Internacional Joaquín Navarro-Valls al Liderazgo y la Benevolencia se entregó este 5 de julio en la capital, en el Palazzo della Cancelleria, a las 18.30 horas. El jurado, compuesto por Paolo Arullani, presidente de la Fundación Universitaria Biomédica, Ferruccio De Bortoli, periodista y ensayista, Gianni Letta, consejero de la Fundación Universitaria Biomédica, Mario Moretti Polegato, presidente de Geox, y Lucia Vedani, fundadora y presidenta de CasAmica ODV, ha decidido otorgarlo a Brunello Cucinelli por los fundamentos éticos demostrados en sus actividades de liderazgo, su capacidad para comunicar y potenciar los recursos humanos, su propensión a la resolución de problemas y su orientación al cambio. Cucinelli, empresario de la industria de la moda, conocido por su atención al bienestar de sus empleados, al propugnar ideales humanistas ha creado una nueva dimensión empresarial en las relaciones laborales. Fue galardonado con el Premio Navarro-Valls por haber sabido transformar, se lee en la motivación, "su fuerza moral en un inagotable deseo constante de buscar la belleza en beneficio de los demás", y por haber construido "con amabilidad entornos de trabajo en los que cada día se respiran proyectos de benevolencia ligados a la sostenibilidad humana".
La Fundación Universitaria Biomédica
Con la misión de asegurar el crecimiento, el desarrollo y la difusión de las actividades docentes, asistenciales y de investigación de la Universidad Campus Bio-Médico de Roma y de la Fundación Policlínica Universitaria Campus Bio-Médico, la Fundación Universidad Biomédica se constituyó en 2015 y su Patronato fue presidido por Joaquín Navarro-Valls.
En Vatican News, Federico Eichberg, vicepresidente de la Fundación Universitaria Biomédica, explica que el premio pretende también promover los valores que distinguieron la personalidad de Navarro-Valls.
¿Qué les ha impulsado a bautizar un premio con el nombre de Joaquín Navarro-Valls?
Este año el Campus Biomédico celebra un aniversario importante, su 30 aniversario. En estos años, la institución, tanto desde el punto de vista académico como universitario y asistencial, ha crecido en calidad y cantidad, pero sobre todo en sentido, es decir, en el sentido de hacer las cosas, en la razón que impulsa. Y la razón que impulsa es precisamente la que Joaquín Navarro-Valls supo encapsular en el concepto de benevolencia, es decir, compartir en el dar y darse, y a través del dar y darse la autorrealización. Así, es un regalo para el que lo recibe, pero también lo es para el que lo da. En este sentido, el Campus, en su 30 aniversario, ha querido celebrarlo inspirándose en esta inspiración de Joaquín Navarro-Valls, médico, filósofo, periodista, por tanto, una persona capaz de comprender a la humanidad.
¿Qué se quiere valorizar con el premio?
El premio pretende reconocer ciertas virtudes, ciertas características especiales en el ganador. En primer lugar, la integridad, que es el liderazgo. Los dos conceptos están muy ligados; es lo que se conoce como "predicar con el ejemplo", es decir, el ejemplo de una vida lo más íntegra posible -aunque con todas las limitaciones que cada uno tiene- que arrastra, que lleva adelante, en un sueño, en un deseo, a los colaboradores de quien ejerce el liderazgo. La segunda característica que el premio quiere reconocer es la valorización de los recursos humanos. Se sueña y se gana juntos, por lo que el liderazgo también significa saber potenciar los recursos humanos, hacerlos crecer, invertir en su formación. La tercera característica es la visión de conjunto, es decir, lo que siempre recordaba Navarro: liderazgo es también entender el bien común. Por tanto, integridad y liderazgo, valorización de los recursos humanos y visión de conjunto son los elementos sobre los que descansa la idea de conceder un premio.
¿Cuál es el legado de Navarro-Valls que la Fundación Universitaria Biomédica pretende dar a conocer?
Navarro fue, ante todo, una persona atenta al crecimiento de quienes le rodeaban. Me gusta pensar que mira con la extraordinaria sonrisa con la que acompañó a San Juan Pablo II durante tantos años, también este premio y el fondo creado junto con los amigos de la Fundación Universitaria Biomédica con el que hemos creado unas becas. Es un fondo que pretende crear el ascensor social adecuado para aquellos que tienen dificultades, para aquellos que no tendrían la posibilidad de acceder a estudios más exigentes económicamente. Estas becas en nombre de Joaquín Navarro-Valls pretenden hacer crecer a los jóvenes y a los que se acercan a estas materias.
Han decidido conceder la primera edición del premio a Brunello Cucinelli, empresario del sector textil, ¿por qué?
El concepto de liderazgo contiene el concepto de don, porque requiere un sentido, es decir, la razón por la que se hacen las cosas. En Brunello Cucinelli hemos encontrado una sensibilidad personal que se traduce en generosidad. El segundo elemento es que esta fuerza moral se traduce en el deseo de buscar algo para los demás: la belleza, el deseo de crear, el espíritu empresarial. Por lo tanto, de la sensibilidad surge una fuerza moral que se traduce en espíritu empresarial. Luego, el aspecto de buscar no sólo el espíritu empresarial, sino también elementos de don, elementos de benevolencia, vinculados a la sostenibilidad de la persona y a la sostenibilidad del medio ambiente. Así que Cucinelli representa estas tres cosas: la sensibilidad y la generosidad que se traducen en un espíritu empresarial sano, en el que las personas crecen, en el que la belleza se inspira en quienes trabajan, y en tercer lugar también repercuten con benevolencia en la sostenibilidad del medio ambiente y de las personas.
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