Women Deliver 2023, en Ruanda mujeres del mundo por el cambio social
Antonella Palermo - Ciudad del Vaticano
También participó quien fuera la esposa de Nelson Mandela, Graça Machel, en la inauguración de la Conferencia Internacional Women Deliver 2023, uno de los mayores encuentros multisectoriales para promover la igualdad de género, que se celebra cada tres años, ahora por primera vez en África, en Kigali, Ruanda, del 17 al 20 de julio. Una convención de todo el mundo en la que dialogan y comparten buenas prácticas grupos de la sociedad civil, gobiernos, particulares, fundaciones y organizaciones benéficas, organizaciones juveniles y comunidades que se enfrentan a la discriminación sistémica. Seis mil mujeres de todo el planeta para promover el cambio.
Una red de mujeres para superar la invisibilidad
El programa es apretado, concebido no sólo en presencia sino también en línea, con mesas redondas sobre temas que van de la sanidad a la economía, de la educación al arte. En la inauguración el 17 de julio, estuvieron presentes, entre otros, los presidentes de Ruanda, Senegal, Etiopía y Guinea. En representación del Observatorio Mundial de la Mujer participó Lia Beltrami, cineasta y directora de arte, autora de la exposición Women's Cry, que, junto con el documental In-Visibles, aterriza en los espacios dedicados al evento. Un proyecto itinerante, apoyado también por el Dicasterio para la Comunicación
"Trabajar en red, este es el punto fuerte", es lo que resume la directora mientras participa en lo que se presenta como un auténtico baño de humanidad femenina que quiere salir de la clandestinidad, del anonimato, de la invisibilidad para actuar como un volante de bienestar y de integración social efectiva. "Hay fundaciones, premios internacionales, premios Nobel, hay un gran movimiento - dice Lia-, entre otras cosas, aquí se presentan todas las start-ups llevadas a cabo por mujeres en Ruanda, por ejemplo. A través de las mujeres trabajamos por una construcción diferente, partiendo de las cicatrices de la guerra".
Hay espacio para todas
La exposición sobre el "grito de las mujeres" busca a través del arte mover al cambio, recuerda. De hecho, forma parte del proyecto más amplio "Emoción para generar cambio", que "quiere tocar los corazones a través del arte. Dentro de nuestros temas están el trabajo, la maternidad, las migraciones forzosas, los conflictos, la educación, la vejez, el trabajo de las monjas, el medio ambiente". Las 26 fotos, cada una acompañada de una frase de Fratelli tutti, se podrán ver en los espacios de la exposición, gracias también al apoyo de Handshake Partners, que ha respaldado la muestra desde el principio. Es una obra que está teniendo mucha suerte, tanta que fue finalista en el WD2023 Arts & Film Festival junto a otras 140 obras que pasaron la selección entre miles presentadas. "Después de años en los que todo se hacía online, conocer en persona a tantas mujeres de todos los rincones del mundo es emocionante", subraya Beltrami. "Mujeres trabajando con otras miles de mujeres, no hay pensamiento único, hay sitio para todas. El hecho de que el mundo católico esté presente con la exposición es una perspectiva muy avanzada". Entre otros actos, hubo una mesa redonda sobre el trabajo de las mujeres en el renacimiento de lugares, a menudo son religiosas.
África, taller de proyectos femeninos
La película In-Visibles, ya premiada en el Festival de Estocolmo y en el Festival de Cine Benéfico de Montecarlo, también se proyectó ininterrumpidamente. Además, fue premiada en Zimbabue en un importante festival de Harare y ha sido seleccionada en no menos de seis festivales. "Significa que estas mujeres invisibles -observa Lia-, ya no lo son tanto. El hecho de que sea África la que albergue una encrucijada tan impresionante y profética de mujeres portadoras de experiencias que pueden servir de estímulo para otras realidades donde la condición de la mujer sigue siendo de bajo perfil, es en sí mismo un factor emblemático de un proceso virtuoso". En esa África desde donde se elevó el llamamiento del Papa Francisco para que no fuese olvidada. La propia Beltrami expresa una hermosa confirmación de ello: "Ya he encontrado aquí mujeres que habían ido a ver al Papa al Congo y a Sudán del Sur. Me dijeron que habían ido a escucharle porque su voz es un faro para todos, me dijeron, incluso para muchos no católicos".
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