Referéndum sobre Guyana Esequiba, otro capítulo de una disputa
Luana Foti – Ciudad del Vaticano
El 3 de noviembre se añadió otra página a la larga historia del Esequibo gobernado por Guyana y reclamado por Venezuela. Esta, realizó una consulta popular en la que su población se expresó a favor de la anexión de la Guyana Esequiba al territorio venezolano. “Hemos dado los primeros pasos de una nueva etapa histórica para luchar por lo nuestro y recuperar lo que nos dejaron los Libertadores: La Guyana Esequiba”, dijo Nicolas Maduro celebrando el resultado del referéndum desde la plaza Bolívar de Caracas.
Sin embargo, lo que se llevó a cabo el domingo fue un referéndum consultivo no vinculante por el derecho internacional cuyos resultados representan otro capítulo de una disputa que tiene más de 180 años y que no apunta a terminar por lo menos en el corto y medio plazo.
Una controversia secular bajo la sombra del oro y el petróleo
Oro, gas, diamantes, ríos, las cataratas cinco veces más altas que las del Niágara y sobre todo petróleo son los ricos recursos naturales guardados en el Esequibo, cuyo territorio es en parte selva tropical poco explorada. Históricamente la región figuraba como parte de la Capitanía General de Venezuela fundada por el imperio colonial español en 1777 y cuando Venezuela obtuvo la independencia de España se quedó como parte de su conformación territorial.
Sin embargo, tres años más tarde, en la vecina zona oriental inicialmente colonizada por los holandeses, el imperio británico construyó su propia colonia, la Guyana Británica, cuyos límites no estaban establecidos con claridad. Por eso, la corona inglesa designó un explorador británico que trazó la frontera definitiva avanzando cada vez más hacia territorio venezolano. Venezuela denunció esta expansión según ella ilegítima y la disputa se resolvió en 1899 con el Laudo Arbitral de París, que le concedió la soberanía sobre la región a los británicos.
Cuando décadas después se descubrió que el Laudo fue el resultado de un arreglo entre los jueces y el gobierno inglés, la nación bolivariana desconoció la decisión y retomó su reclamo en los años 50. Ese reclamo histórico volvió a intensificarse en 2015, después del descubrimiento de grandes yacimientos de petróleo y gas en las aguas territoriales de la zona en disputa. Si Guyana consigue mantener el control sobre esta zona, posiblemente ante de 2027 podría superar a Venezuela en la producción diaria de barriles de petróleo, convirtiéndose en el tercer productor de la región después de Brasil y México.
El Referéndum venezolano
La histórica disputa territorial que enfrenta Venezuela a Guyana está viviendo un nuevo desenlace después de que el presidente bolivariano Nicolas Maduro convocó el domingo 3 de diciembre un referéndum consultivo sobre la cuestión. Con eso el gobierno venezolano quiso explorar la opinión de su ciudadanía sobre la creación de un estado de Esequibo a anexionar al territorio de Venezuela, un tema que forma parte del programa regular de estudios básico de la nación. En las cinco preguntas referendarias se plantea también a los ciudadanos si están de acuerdo o no con la jurisdicción de la Corte internacional de Justicia y con utilizar “todos los medios autorizados por el derecho internacional para defender el territorio Esequibo”.
Promovida con una enorme campaña que contó con vallas, conciertos, merchandising, concentraciones militares y una publicidad incesante, la consulta popular dio éxito positivo para Maduro: los venezolanos que acudieron a las urnas, según el Centro Nacional Electoral (CNE), se mostraron favorables a la anexión a su territorio de esa rica región selvática de 160.000 kilómetros cuadrados de América suroriental.
La oposición de La Guyana
La intención del gobierno venezolano de hacerse con esos dos tercios del estado guyanés encuentra la oposición de la nación guyanesa en la que se está difundiendo una narración belicista de la cuestión. Por eso, el gabinete de “la tierra de ríos y llanos” pidió a la Corte Internacional de Justicia que suspendiese la consulta popular del vecino rival considerándola como una amenaza aunque Venezuela no reconoce la competencia de esta corte. El viernes, el órgano de justicia supremo de las Naciones Unidas se pronunció al respecto invitando a Caracas “a no hacer nada que modifique la situación sobre el territorio que administra y controla de facto Guyana”, a la espera de que se determine de manera definitiva la validez de la frontera que defiende Guyana.
El Presidente del Estado guyanés, Irfaan Ali, insiste en que la disputa se resolvió hace más de un siglo con el Laudo Arbitral de París. Por eso, se plantó en la zona reclamada a pocos metros de la frontera con el vecino bolivariano, izó su bandera en un pequeño cerro y allí pasó una noche protegido por sus militares. Unos días después, un grupo de nativos remplazó la bandera por una de Venezuela.
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