Pakistán vota entre violencia y tensiones con veintiséis muertos
Marco Guerra – Ciudad del Vaticano
Al menos 26 personas murieron en una doble explosión en la región de Baluchistán, en el suroeste de Pakistán, en vísperas de las elecciones nacionales y provinciales. Las oficinas de dos candidatos electorales fueron alcanzadas. Mañana, jueves 8 de febrero, los ciudadanos de Pakistán acudirán a las urnas para elegir el gobierno y la Asamblea Nacional en un clima de tensión e inestabilidad política.
La primera explosión se produjo en Pishin, Baluchistán, cerca de la oficina del candidato independiente Asfand Yar Khan Kakar, y causó la muerte de catorce personas e hirió a otras treinta. La segunda explosión se produjo en Qilla Saifullah, localidad cercana a la frontera con Afganistán, cerca de una oficina del partido religioso Jamiat Ulema Islam (Jui), y mató a doce personas. Los atentados no han sido reivindicados.
El aumento de la violencia
Ya se había observado un aumento de la violencia antes de la votación. Al menos dos candidatos murieron tiroteados durante la campaña electoral, que terminó oficialmente el martes 6 de febrero a medianoche, y decenas de personas fueron agredidas en todo el país.
Todo esto ocurre a pesar de que se han desplegado más de medio millón de miembros de las fuerzas de seguridad para garantizar la seguridad de las elecciones. En 2007, la candidata a las elecciones y ex primera ministra Benazir Bhutto fue asesinada por un atentado suicida al final de un concurrido mitin electoral.
La situación política
La campaña electoral ha sido tensa también porque el ex primer ministro Imran Khan está en prisión por corrupción y a su partido, el Pakistan Tehreek-e-Insaf (PTI), se le ha impedido participar como coalición, lo que beneficia a la Liga musulmana de Pakistán-Nawaz (PML-N), que aspira a obtener los escaños necesarios para dar a su fundador, Nawaz Sharif, actualmente exiliado en Londres, un cuarto mandato como premier. En su ausencia, el liderazgo de la Liga musulmana ha pasado a manos de su hermano, Shehbaz Sharif.
No se esperan cambios ante la inestabilidad del país
"Pakistán llega a las elecciones con retos de gran envergadura, cuando su población asciende a 240 millones de ciudadanos", explica Stefano Vecchia, periodista experto en Asia quien fotografía la situación en vísperas de la votación para Vatican News.
"La ronda electoral refleja esta complejidad y estos problemas se derivan de una inestabilidad política que va más allá de las cuestiones religiosas y del control del aparato militar, y es poco probable que los resultados de la votación traigan cambios".
Según Vecchia, Pakistán sigue teniendo que lidiar con el extremismo religioso, las enemistades históricas entre suníes y chiíes y los impulsos autonomistas en algunas provincias. Pakistán podría ser un actor clave en la diplomacia, siendo el segundo país musulmán del mundo por población – concluye Vecchia – pero debe superar su inestabilidad".
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