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El equipo paralímpico de refugiados irá a los Juegos de París en agosto El equipo paralímpico de refugiados irá a los Juegos de París en agosto  (cem)

Juegos Paralímpicos de París, animar a los más valerosos

Anunciados los nombres de los ocho atletas refugiados que participarán en los Juegos Paralímpicos de Francia a finales de agosto

Giampaolo Mattei

A 50 días de la inauguración de los Juegos Paralímpicos de París –prevista para el 28 de agosto –  el Comité Paralímpico Internacional ha anunciado los nombres de los ocho atletas y el atleta principal que forman parte del Equipo de Refugiados. Fueron dos en Río de Janeiro en 2016 y seis en Tokio en el 2021.

Con los 36 atletas del Equipo olímpico, son por tanto 45 los refugiados presentes en los Juegos. Una participación que es un proyecto de paz.

Por primera vez en el equipo paralímpico de refugiados, un atleta residente en Italia ha sido seleccionado: el esgrimista Amelio Castro Grueso, de origen colombiano, que en Roma tiene la oportunidad de entrenar a alto nivel con Daniele Pantoni, entrenador de la Fiamme Oro-Polizia di Stato, y está particularmente cerca de la experiencia inclusiva de Athletica Vaticana, la asociación multideportiva oficial de la Santa Sede.

 

En representación de más de 100 millones de refugiados y de todas las personas con discapacidad – dicen juntos – los atletas paralímpicos proceden de Afganistán, Siria, Irán, Colombia y Camerún, y han sido acogidos en Alemania, Austria, Francia, Gran Bretaña, Grecia y, de hecho, Italia.

Competirán en seis deportes paralímpicos: atletismo, halterofilia, tenis de mesa, taekwondo, triatlón y esgrima.

El jefe de la misión del equipo es Nyasha Mharakurwa, que representó a Zimbabue en tenis paralímpico en los Juegos de Londres del 2012.

Para Andrew Parsons, presidente del Comité paralímpico internacional, si "todos los atletas con discapacidad tienen historias de increíble resistencia, las historias de los refugiados – supervivientes de la guerra y la persecución – son fuera de lo común".

Es un hecho, añade Parsons, que "muchos desplazados forzosos en el mundo viven hoy en terribles condiciones. Estos atletas paralímpicos han perseverado y han demostrado una determinación increíble para llegar a París y dar así esperanza a todos los refugiados, ya que el Equipo Paralímpico pone de relieve el impacto transformador del deporte en la vida de las personas y las sociedades".

Filippo Grandi, alto comisionado de la Agencia de las Naciones Unidas para los refugiados, que sigue de cerca los asuntos del Equipo, va directo al grano: "En los terceros Juegos Paralímpicos, los muy decididos e inspirados atletas refugiados mostrarán al mundo lo que pueden conseguir si se les da la oportunidad de utilizar, desarrollar y mostrar sus habilidades y talentos, en el deporte y en otros ámbitos de la vida". El deporte – según Grandi – "es crucial para la inclusión e integración de los refugiados en sus comunidades de acogida".

 

 

Y el deporte visto a través de los ojos de atletas con discapacidades y refugiados cuenta con el apoyo especial del Papa Francisco. En el prefacio del libro "Juegos de la Paz. El alma de las Olimpíadas y Paralimpíadas” (publicado por la Librería Editorial Vaticana, LEV, por iniciativa de Athletica Vaticana), el Papa alienta precisamente esta experiencia deportiva inclusiva:

Pienso en las mujeres atletas y en los atletas con discapacidad. Siempre me asombro viendo sus actuaciones y escuchando sus palabras. El objetivo del movimiento paralímpico no es sólo celebrar un gran acontecimiento, sino mostrar lo que las personas – aunque gravemente heridas en la vida – pueden conseguir cuando se les pone en condiciones de hacerlo. Y si esto es cierto para el deporte, tanto más debe serlo para la vida

Además, el Papa, de nuevo en el prefacio de los "Juegos de la Paz", dice: "Pienso en los atletas refugiados que cuentan historias de redención, de esperanza (...). No son ‘sólo’ mujeres y hombres del deporte. Son mujeres y hombres de paz, protagonistas de una esperanza tenaz y de la capacidad de levantarse después de un 'mal momento'".

En "Juegos de la Paz" también está el testimonio de Ibrahim Al Hussein, sirio, que participará en sus terceros Juegos Paralímpicos en el equipo de refugiados – fue abanderado en Río de Janeiro el 2016 – cambiando la natación por el triatlón (y confiando en que reunir el dinero para "el equipo necesario para competir en el triatlón" es toda una proeza).

Cuenta en el libro: en el 2012, "corría hacia un mañana mejor – nací en 1988 en Deir el-Zor, Siria – cuando un francotirador alcanzó a uno de mis amigos. Estaba en el suelo gritando pidiendo ayuda”.

Sabía que si iba a ayudarlo, también me habrían disparado a mí. Pero entonces nunca me habría perdonado haberle dejado en medio de la carretera. Unos segundos y una bomba explotó justo a mi lado. Perdí la parte inferior de la pierna derecha y la izquierda también resultó dañada

Ibrahim era muy buen nadador, pero en la tragedia de la guerra y con una pierna amputada, su pasión por el deporte parecía haber decaído. "De alguna manera llegué a Estambul y allí encontré gente generosa que me consiguió una prótesis precaria, pero mejor que nada: tenía que repararla cada 300 metros”.

“Entonces, la noche del 27 de febrero de 2014 – que es la fecha de inicio de mi ‘segunda vida’ – crucé el mar Egeo en un bote hasta la isla de Samos, en Grecia". Personas generosas le ofrecieron trabajo y le donaron una prótesis de verdad. E Ibrahim empezó a nadar de nuevo para recuperar su vida, tanto que pudo participar en los Juegos Paralímpicos del 2016.

Zakia Khudadadi – la única mujer del equipo – ya participó en los Juegos de Tokio del 2021, tras una audaz huida de Afganistán después de la "prohibición olímpica" impuesta por los talibanes. Ahora vive en París y ganó el Campeonato de Europa de Taekwondo del 2023 (categoría de 47 kg), dedicando la victoria a las mujeres de su país.

Guillaume Junior Atangana, velocista camerunés con discapacidad visual que vive actualmente en el Reino Unido, correrá con su guía y compatriota Donard Ndim Nyamjua, también refugiado, en los 100 y 400 metros (categoría T11). En los Juegos Olímpicos de Tokio fue cuarto en los 400 metros, a punto de conseguir una medalla. En junio, en el Gran Premio de Paratletismo de Nottwil, ganó los 400 metros y fue segundo en los 100.

Para Salman Abbariki, iraní hoy en Alemania, estos son los segundos Juegos Paralímpicos, tras competir en lanzamiento de peso en Londres en el 2012. En los Juegos Paralímpicos Asiáticos del 2010 ganó la medalla de oro y batió el récord de Asia.

El sueño paralímpico del iraní Hadi Darvish comenzó tras ver por televisión los Juegos Paralímpicos de Londres del 2012. Al llegar a Alemania, vivió dos años en un campo de refugiados con su mujer y sus hijos. Sin dinero, le resultaba difícil hacer deporte, pero no se rindió: en junio ganó la medalla de bronce en la competición de halterofilia (hasta 80 kg) en los Campeonatos del Mundo de Tiflis.

Sayed Amir Hossein Pour, un iraní residente en Alemania, ha vivido mucho tiempo en varios campos de refugiados, lejos de su familia. En tenis de mesa, ganó dos medallas de oro en los Asian Youth Para Games 2021 de Bahréin.

Hadi Hassanzada, un afgano que ha vivido el drama de verse desplazado en varias ocasiones en busca de una vida mejor, ha tenido que hacer frente a situaciones difíciles en las rutas de refugiados a través de Turquía. Hoy vive en Austria. A pesar de haber sufrido la amputación de su brazo derecho, el taekwondo le ayuda a “convertir las dificultades en oportunidades”.

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11 julio 2024, 14:50