Liderazgo y benevolencia: entregada la segunda edición del Premio Navarro-Valls

Michele Raviart - Ciudad del Vaticano

"Benevolencia significa contribuir al crecimiento de la persona en su humanidad", decía Joaquín Navarro-Valls, histórico portavoz de San Juan Pablo II y director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede de 1984 a 2006. Una disposición hacia los demás unida a una posición de liderazgo, típica del médico y periodista español, a quien se dedicó el "Premio Internacional Joaquín Navarro-Valls al Liderazgo y la Benevolencia". Un galardón organizado por la Fundación Universitaria Biomédica, entidad sin ánimo de lucro que apoya el desarrollo de la Universidad y de la Fundación Policlínico Universitario Campus Bio-Médico que el propio Navarro-Valls, recordó el presidente de la fundación, Alessandro Pernigo, ayudó a crear en 2015. El premio, que celebra su segunda edición, se entregó el lunes 8 de julio en la Sala de la Protomoteca del Capitolio de Roma y se concede a "personalidades destacadas" con el objetivo de "promover modelos que contribuyan a la mejora de la sociedad a través de la solidaridad y la benevolencia para un mundo más responsable, sostenible e inclusivo". El objetivo de la iniciativa es también la creación de diez becas para los estudiantes más meritorios del Campus-Bio Medico.

A Lina Tombolato Doris el premio "senior"

El premio 2024 recayó, en la categoría senior, en Lina Tombolato Doris, que en 2002 inauguró la Fundación Ennio Doris, en memoria de su marido, fundador del banco Mediolanum fallecido el año anterior. Numerosos, en efecto, son los proyectos en favor de la infancia en condiciones difíciles, las becas de formación universitaria y técnica concedidas a jóvenes procedentes de medios desfavorecidos, así como las actividades de apoyo a las familias y a las personas mayores, con el deseo de acompañar a las personas necesitadas". Junto a Ennio, recordó Gianni Letta, que entregó el premio, Lina demostró cómo se puede ser líder de dos en dos, codo con codo, en una vida de ejemplo mirando siempre al futuro, pero sin olvidar los orígenes, en este caso los de un pequeño pueblo de la región del Véneto.

La ONG de Nicolò Govoni educa a jóvenes inmigrantes

Nicolò Govoni, de 30 años, presidente y fundador de la ONG 'Still I Rise' fue el ganador del premio de la categoría junior. Govoni creó su asociación en 2018 en la isla de Samos (Grecia) para hacer frente a la emergencia educativa de los niños migrantes y vulnerables. En la actualidad, Still I Rise también opera en Siria, Kenia, República Democrática del Congo, Yemen, Colombia e India y se ha ocupado de la educación de unos 20.000 niños. "Nominado en 2020 para el Premio Nobel de la Paz, Nicolò Govoni ha demostrado generosidad y coherencia humana a lo largo del tiempo en su compromiso con las cuestiones de la educación y el apoyo a los niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad", rezaba la declaración de motivación de la galardonada, Luisa Todini.

El recuerdo del portavoz

Durante la ceremonia, varias personalidades compartieron sus recuerdos de Navarro-Valls, fallecido el 5 de julio de 2017. El periodista Ferruccio De Bortoli, que trabajó con él para la publicación del libro de Juan Pablo II "Memoria e identidad", destacó cómo, a través de su ejemplo, "el poder debe ser reconocido por su responsabilidad, no por su arbitrariedad" y por su capacidad para crear relaciones basadas en la confianza. Del mismo modo, el entonces enviado Alberto Michelini recordó los consejos que recibió antes de decidirse a entrar en política en 1984. Navarro-Valls era "El Portavoz" por excelencia, reiteró la decana de los periodistas vaticanos, Valentina Alazraki. Junto con el Papa tenían la misma idea de comunicación institucional y una profesionalidad y liderazgo combinados con humanidad, añadió, recordando la emoción de Navarro-Valls ante sus colegas en la Oficina de Prensa pocas horas antes de la muerte del Papa Wojtyla.

Gisotti: Navarro-Valls nos enseñó cuánto importa la información a la Iglesia

La sala reservada a los periodistas en la Oficina de Prensa, no por casualidad, lleva desde 2019 el nombre del propio Navarro-Valls, subrayó entonces Alessandro Gisotti, subdirector del Dicasterio para la Comunicación y en 2019 director de la Oficina de Prensa. Su enseñanza -también la de su sucesor, el padre Federico Lombardi-, dijo Gisotti, fue hacer comprender que la información debe contar también para la Iglesia y la Santa Sede, que no hay preguntas buenas o malas, sino interesantes y no interesantes, y la importancia de la cordialidad con todos los colegas, con una distinción de papel que nunca se convierte en distancia.