Bombardeo de una central hidroeléctrica en el Líbano
Luca Collodi – Ciudad del Vaticano
Al parecer, un ataque aéreo israelí alcanzó ayer la central eléctrica de la ciudad de Taybeh, en el sur de Líbano, que está conectada a una planta de suministro de agua. Los medios de comunicación libaneses informaron de que, debido al incendio en la central eléctrica, se cortó el suministro de agua en decenas de localidades abastecidas por la planta.
En Israel, en una reunión gubernamental celebrada el 4 de agosto, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, subrayó que “Israel está en una guerra de múltiples frentes contra el eje del mal de Irán, contraatacando duramente en cada una de sus brazos”.
El jefe del Parlamento de Teherán, Mohammad Baqer Qalibaf, respondió hablando de una “respuesta abrumadora” y de una “lección histórica”, con amenazas a Israel y a Estados Unidos con relación al asesinato del dirigente político de Hamás, Ismail Haniyeh, del miércoles pasado en Teherán.
Mientras tanto, según la prensa estadounidense, que cita fuentes de los servicios de inteligencia tanto estadounidenses como israelíes, las represalias iraníes por el asesinato del dirigente político de Hamás podrían producirse en un atentado el lunes 5 de agosto.
El miedo
“La población vive en un constante estado de miedo. Este miedo no se limita al Líbano, sino que se extiende a toda la región de Oriente Medio, donde todos los países están invadidos por la incertidumbre sobre el futuro”.
Monseñor Joseph Soueif, arzobispo maronita contactado por teléfono en la ciudad libanesa de Trípoli, subrayó a Radio Vaticano cómo “la gente no sabe lo que puede suceder: una guerra abierta o quizás algo limitado o imprevisto”.
El Líbano
“Cada hora, cada día, oímos una versión diferente de la guerra”. “Esperemos que no – dijo el arzobispo maronita – pero si la situación empeorara, sería un gran daño no sólo para la población local”.
Entre los jóvenes de trece, catorce años, por ejemplo, hay mucha droga circulando y esta crisis para ellos, en particular, representa una tragedia, una destrucción total del mundo que conocen y en el que crecen
El Líbano también se enfrenta a importantes problemas económicos e institucionales, como la falta de un presidente electo. Esto también contribuye a agravar aún más la situación del país.
La paz
“En medio de estas tensiones y temores – exhorta monseñor Soueif –todos los fieles de buena voluntad están llamados a vivir en paz”.
Hay intentos diplomáticos, aunque limitados, por parte del Líbano. Hay un movimiento diplomático más amplio de los países implicados en la búsqueda de la paz en la zona. Muchos intentos que esperamos lleguen a un resultado.
“Sin embargo, estoy seguro – concluye el arzobispo maronita libanés de Trípoli, monseñor Soueif – de que la diplomacia de la Santa Sede desempeña un papel muy importante. Sé bien cómo la Santa Sede no deja ninguna oportunidad para hablar del Líbano y de la paz en todas las situaciones”.
Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí