Funerales de Haniyeh en Irán
Giancarlo La Vella - Ciudad del Vaticano
Irán se aísla con ocasión de los funerales del dirigente de Hamás, considerado por Israel el cerebro del sangriento atentado del 7 de octubre. Cerrando su espacio aéreo, Teherán, a través de sus representantes en la reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU celebrada ayer, acusa a Israel del asesinato del líder de Hamás, acto definido como "terrorista", y pide que se tomen medidas urgentes contra Israel.
Es el Guía Supremo de la República Islámica, el ayatolá Alí Jamenei, quien preside la ceremonia de oración fúnebre por Haniyeh en medio de miles de personas y banderas palestinas. Ayer, el líder dio orden a Irán de golpear directamente a Israel en represalia por el asesinato de Haniyeh. Así lo habrían declarado tres funcionarios iraníes citados por el New York Times. Las palabras de Jamenei fueron muy duras: "Es nuestro deber", dijo, "vengar la sangre del líder de Hamás mediante un duro castigo al régimen sionista". La condena popular del asesinato de Haniyeh también llegó desde Túnez. Alrededor de 300.000 personas se manifestaron en las calles de la capital, Túnez. Miles de manifestantes también en Estambul (Turquía).
Preocupación en la comunidad internacional
Todos los ingredientes, en definitiva, para temer una escalada del conflicto de Oriente Medio en un futuro próximo. De este riesgo inminente habla, desde Mongolia, el secretario de Estado norteamericano, Anthony Blinken, quien instó a "todas las partes" en Oriente Medio a "detener la escalada de acciones". La consecución de la paz", dijo Blinken, "comienza con un alto el fuego", y para llegar a él es necesario un diálogo en el que participen todos.
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