Dramático rescate de 58 migrantes en el Mediterráneo
Stefano Leszczynski - Ciudad del Vaticano
Las cifras demuestran que el flujo de migrantes por las rutas mediterráneas no está a punto de disminuir. Según los datos más recientes, anoche al menos 500 personas fueron rescatadas y desembarcadas en Lampedusa, mientras que en las aguas que separan Europa del norte de África navegan al menos 18 barcos de la flota creada por la sociedad civil y dedicada a misiones de búsqueda y rescate.
La misión Mare Jonio
La última misión en orden de tiempo es la que tuvo lugar en la zona de búsqueda y rescate de Túnez y fue llevada a cabo por el barco de la ONG Mediterranea Saving Humans. Un rescate dramático e inesperado, que tuvo lugar tras 10 horas de navegación gracias a la alerta de Alarm Phone. Los 58 inmigrantes a bordo procedían de Libia y llevaban más de 22 horas a la deriva, ya sin fuerzas ni esperanzas de salvación. El jefe de misión de la ONG, Luca Casarini, presente en el Sínodo de los Obispos que se celebra en el Vaticano, fue uno de los primeros en difundir la noticia de lo sucedido durante la noche.
Los lagers libios en plena ebullición
Entrevistado por los medios de comunicación vaticanos, Luca Casarini denunció la ausencia total de cualquier criterio de respeto de los derechos humanos. No sólo en Libia, sino en todas partes hay centros de confinamiento para los migrantes antes de que puedan llegar a Europa. «Interceptar a los migrantes se convierte en un negocio -explicó Casarini-, y esto nos lleva obviamente a otro de los temas más dramáticos de la actualidad: la apertura del centro italiano de retención y expulsión en Albania». «Un modelo que, por desgracia, es extremadamente peligroso porque es el preludio de la anulación definitiva del derecho de asilo, que ha sido uno de los pilares de nuestras democracias desde la posguerra».
El cementerio mediterráneo
Desde enero hasta hoy, ha habido al menos 1.400 muertos en el Mediterráneo central, de los cuales el 20% eran niños. «En cierto modo, murieron por omisión de socorro», denuncia Casarini, que explica que no faltan barcos militares en estas aguas. «Sin embargo, no tienen tareas de búsqueda y rescate y esto es inexplicable».
Sensibilizar a la opinión pública
Sobre la importancia de su presencia en el Sínodo, el responsable de la misión Mediterranea Saving Humans es muy claro: «Es ante todo una oportunidad increíble para comprender que estos problemas que afrontamos en el Mediterráneo los tenemos todos, en todas las partes del mundo. Y también es una oportunidad para reflexionar sobre un mundo nuevo, partiendo precisamente del sufrimiento, partiendo de las periferias del mundo. Podemos entender lo que significa un mundo nuevo partiendo de los últimos. Y esta reflexión es ciertamente central en el Sínodo».
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