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Belén, en una foto de archivo Belén, en una foto de archivo 

Tierra Santa, sin peregrinos y con tanta pobreza

Hani al-Hayek, ministro de Turismo y Patrimonio Cultural del Estado palestino, relata la dramática situación económica en la que se encuentran los habitantes de Belén y Jerusalén en particular a causa de la guerra que está bloqueando las peregrinaciones. «El mayor peligro es la partida de familias en busca de un futuro mejor, lo que significaría una mayor reducción de la población cristiana en la región».

Roberto Cetera - Ciudad del Vaticano

Junto a los cohetes y las bombas arde otra guerra en Oriente Medio. Y siguen siendo los civiles los que pagan el precio. Es la guerra de los efectos económicos sobre la población palestina, que desde el 7 de octubre del año pasado ha visto reducirse trágicamente, cuando no desaparecer, las ya escasas fuentes de ingresos. Gran parte de la población palestina de Belén y Jerusalén trabaja en el sector del alojamiento turístico. La suspensión de las peregrinaciones y la suspensión de los permisos de salida para los viajeros hacia Israel han reducido a la miseria a amplios sectores de la población.

L'Osservatore Romano habló de ello con el ministro de Turismo y Patrimonio Cultural del Estado palestino, Hani al-Hayek.

Ministro, ¿cuál es la situación actual del desempleo en Palestina y en el sector turístico en particular?

El turismo es la principal fuente de ingresos de los palestinos, pero el ataque israelí contra Gaza, Cisjordania y Líbano tras el 7 de octubre está teniendo un impacto terrible en la economía del sector turístico y en los trabajadores. Tanto las llegadas de extranjeros como el turismo interno han caído drásticamente. Nuestras estimaciones nos dicen que estamos perdiendo unos ingresos de más de 2,5 millones de dólares al día; sólo Belén ha perdido 1,4 millones. Al menos 12.000 agentes turísticos han sido despedidos; al menos 6.000 trabajadores de la hostelería han perdido su empleo en Belén. Pero a ellos hay que añadir miles de trabajadores más, como comerciantes, taxistas y artesanos que fabrican objetos religiosos con madera de olivo.

¿Proporciona el Estado palestino alguna forma de integración o subvención por los ingresos que faltan?

No, porque el Estado palestino atraviesa una grave crisis financiera, debido a la reducción, decidida unilateralmente por el gobierno israelí, del reembolso a la Autoridad Palestina de los impuestos recaudados en Palestina. Por tanto, no estamos en condiciones de prestar ninguna ayuda al sector turístico, ni a los trabajadores sin ingresos. Sin embargo, hemos trabajado para eximir a la industria turística de cualquier impuesto, licencia o carga, aunque sea impuesta por las autoridades locales.

¿Podría la falta de empleo y de ingresos, y el consiguiente enfado y frustración, favorecer la penetración del radicalismo islamista?

Mire, yo creo que el mayor peligro radica en que esta ira y frustración podrían inducir a cada vez más familias a abandonar Palestina, en busca de un futuro mejor para ellos y sus hijos. Y añadiría que, dado que una parte muy importante de los trabajadores que se dedican al turismo y las peregrinaciones son cristianos, este éxodo significaría una mayor reducción de la población cristiana en la región.

¿Su ministerio coopera de alguna forma con el ministerio análogo del Estado israelí? ¿Por ejemplo, para promover la reanudación de las actividades una vez finalizada la guerra?

A nivel oficial, nunca ha habido ninguna forma de colaboración entre mi ministerio y el análogo israelí. Y todavía no la hay.

En cambio, ¿colabora con las iglesias cristianas de Tierra Santa?

Sí. Muchos santuarios de Palestina están gestionados por las iglesias cristianas locales. Colaboramos a diario con estas comunidades cristianas. Y ya hemos empezado a estudiar con ellas proyectos para apoyarlas en la reanudación de sus actividades cuando acabe la guerra. Los peregrinos cristianos representan el 70% de todos los peregrinos que visitan Palestina, por lo que son un factor crucial en el desarrollo de la industria turística de la región.

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30 octubre 2024, 14:18