Unicef: Gaza es un cementerio de niños y familias
Stefano Leszczynski - Ciudad del Vaticano
Tras las masacres de civiles en Nuseirat y Al Mawasi, en la Franja de Gaza, el director regional de Unicef para Oriente Medio y el Norte de África, el jordano Edouard Beigbeder, hace un enérgico llamamiento a las partes en conflicto pidiéndoles «que faciliten la entrega de ayuda por parte de los actores humanitarios en Gaza y que tomen todas las medidas necesarias para garantizar que los civiles reciban siempre la protección que necesitan, de acuerdo con sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario».
Morir por un trozo de pan
Hay al menos 50.000 niños que sufren desnutrición aguda en Gaza, denunció Beigbeder en un comunicado, y hay cientos de miles que han tenido que huir repetidamente de los combates. «La continua normalización de este horror debe convertirse en acción para detenerlo», explica, y añade que ningún niño que haga cola por un trozo de pan o se refugie en una tienda temporal «debe morir pisoteado o asesinado por un ataque aéreo».
Una semana de derramamiento de sangre
En un solo día, murieron niños en distintas partes de la Franja de Gaza mientras se refugiaban en sus tiendas o hacían cola desesperadamente para conseguir pan, en medio de una crisis alimentaria que empeora rápidamente. El miércoles, prosigue la información, un ataque aéreo contra el campo de Nuseirat, en el centro de Gaza, mató a cuatro niños cerca de un punto de distribución de alimentos. Se encontraban entre los civiles que hacían fila para comer cuando empezaron a caer las bombas. Asimismo, fue alcanzado el asentamiento espontáneo de Al Mawasi, donde murieron al menos 22 personas, entre ellas ocho niños, y decenas más resultaron heridas.
Infierno en la tierra
«Día tras día, semana tras semana, durante casi 14 meses, Gaza ha sido un infierno en la tierra», escribe el director regional de Unicef, añadiendo que Gaza se ha convertido ahora en un cementerio para niños y familias. Según el Ministerio de Sanidad palestino, al menos 43.000 personas han muerto desde el comienzo de la guerra, mientras que la maquinaria humanitaria se ha colapsado debido a los continuos obstáculos puestos a la entrega de ayuda internacional. De ahí el llamamiento de Unicef para que los beligerantes cumplan urgentemente las obligaciones que les impone el derecho internacional.
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