Emergencia sin precedentes en California. Biden cancela viaje a Italia
Guglielmo Gallone – Ciudad del Vaticano
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha decidido cancelar su viaje a Italia, inicialmente previsto para reunirse con el Papa Francisco, el presidente de la República italiana, Sergio Mattarella, y la primera ministra, Giorgia Meloni. Según anunció la Casa Blanca, todos los esfuerzos deben centrarse en los incendios que están devastando California.
Las zonas más afectadas
Biden visitó ayer Los Ángeles, el condado más dañado, mientras el Pentágono intervino enviando recursos militares como aviones C-130. Sin embargo, las condiciones meteorológicas actuales aún no han permitido el despegue de varios vehículos. En las últimas horas la velocidad del viento ha ido disminuyendo pero, por ahora, las cifras siguen siendo trágicas: al menos cinco víctimas y numerosos heridos, más de 130.000 evacuados, mientras se produce un nuevo incendio en las famosas colinas de Hollywood y en los barrios más afectados de la ciudad costera de Santa Mónica se impuso toque de queda.
Casi 10.000 hectáreas de tierra han sido quemadas, 13.300 estructuras están en riesgo y al menos mil ya han sido destruidas. En todo el estado, hay más de 350.000 usuarios sin electricidad en el sur de California, 194.608 en el condado de Los Ángeles y 65.657 en el condado de Ventura. Hay 7.500 bomberos trabajando para apagar las llamas pero, debido a las fuertes rachas de viento conocida como "Santa Ana", los incendios aumentaron de tres a siete. Entre las zonas más afectadas del condado de Los Ángeles se encuentran Pacific Palisades, donde el "incendio forestal de Palisades" consumió más de seis mil hectáreas de tierra, mientras que el "incendio en Eaton" devastó más de mil hectáreas en Altadena.
Las posibles consecuencias internas
Con 38 millones de habitantes y una costa de más de 1.300 kilómetros, California se extiende desde el paralelo treinta al cuarenta y es el estado más grande de Estados Unidos. Entre el mito de Hollywood y la centralidad de Silicon Valley, la inmigración procedente de otros estados confederados y del extranjero ha cambiado radicalmente el perfil demográfico de California, convirtiéndola en un tercio más poblada que el segundo estado más habitado (Texas), más rica, más sana y con mayor atención a la educación. En respuesta al mito republicano trumpiano, los últimos diez años de administración demócrata han dado forma al "California Way": convirtiéndose en un ejemplo interno y externo de políticas sobre clima, salud, educación, inmigración, pobreza y trabajo.
Sin embargo, la proliferación de acontecimientos similares, paralelamente al elevado coste de la vida en una zona tan desarrollada, corre el riesgo de remodelar la geografía local, así como la distribución de la población y, por tanto, el futuro de los propios Estados Unidos, alimentando una cierta necesidad de autosuficiencia del poder central en Washington. Un problema aún más concreto tras la victoria en las últimas elecciones presidenciales del republicano Donald Trump, candidato que obtuvo sólo el 38% de los votos en California.
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