Rohingya, ocho años de crisis humanitaria
Stefano Leszczynski - Ciudad del Vaticano
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), junto con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), ha pedido a la comunidad internacional que preste más apoyo a los refugiados rohingya y a sus comunidades de acogida en Bangladés, en un contexto de creciente inseguridad en Myanmar y de desplazamientos forzosos.
Una guerra sin fin
El conflicto interminable en Myanmar, la disminución de los recursos financieros y las crisis mundiales en curso han hecho esencial la intervención de la comunidad internacional en apoyo de los refugiados rohingya, que siguen viviendo en una situación precaria, completamente dependientes de la ayuda humanitaria. En el Plan de Respuesta Conjunta 2025-26 para la crisis humanitaria rohingya participan 113 socios bajo el liderazgo del Gobierno de Bangladés.
Refugiados en Bangladés
En su octavo año de existencia, la crisis humanitaria rohingya aún no es el centro de la atención internacional, pero las necesidades siguen siendo urgentes. Este primer llamamiento plurianual de financiación para la resolución de la crisis rohingya asciende a 934,5 millones de dólares para ayudar a casi 1,5 millones de personas, tanto refugiados rohingya como comunidades de acogida.
Los mayores riesgos, para las mujeres
Más del 50% de la población de los campos son mujeres y muchachas que se enfrentan a un riesgo muy alto de violencia de género y explotación, mientras que uno de cada tres refugiados rohingya en Bangladés tiene entre 10 y 24 años. Sin acceso a la educación, a una formación adecuada y a oportunidades de autosuficiencia, su futuro pende de un hilo. Cualquier déficit de financiación en áreas críticas, como la reducción de la ayuda alimentaria, el combustible para cocinar o el alojamiento básico, tendrá consecuencias desastrosas para esta población altamente vulnerable y podría obligar a muchos a recurrir a medidas desesperadas, como embarcarse en peligrosos viajes en barco para buscar seguridad.
La crisis birmana
Mientras la situación en el estado de Rakhine, en Myanmar, no sea pacífica, señala ACNUR, y propicia para un retorno seguro y voluntario, la comunidad internacional debe seguir financiando la asistencia vital a los refugiados en los campos, incluyendo protección, refugio y necesidades básicas, así como apoyar las oportunidades para que sean autosuficientes.
La Junta anuncia nuevas elecciones
Desde el golpe de Estado de 2021, la junta ha intentado en repetidas ocasiones organizar elecciones, pero los planes se han pospuesto constantemente. Las fuerzas rebeldes siguen controlando amplias zonas del país, sobre todo a lo largo de las regiones fronterizas. Estados como Rakhine y Shan siguen en disputa, con una presencia militar limitada de la junta y un control efectivo incierto. Sin embargo, la oficina del Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, el general Min Aung Hlaing, ha anunciado que se celebrarán elecciones en la tercera y cuarta semana de diciembre y en la primera y segunda de enero. «El gobierno debe tomar medidas avanzadas para garantizar unas elecciones generales multipartidistas libres de fraude, auténticamente libres y justas», reza la declaración hecha pública el 26 de marzo, sin más detalles.
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