Papa: paz y amor del Niño Dios al mundo de hoy y feliz 2018
Cecilia de Malak – Ciudad del Vaticano
Deseando a los peregrinos de tantas partes del mundo que «el Señor nos acompañe a llevar su paz y su amor a los hombres y mujeres de nuestro tiempo», el Papa hizo hincapié en que «sin Jesús no hay Navidad».
La luz del Salvador recién nacido ilumine con su paz el nuevo año
Dijo también el Santo Padre y con sus felicitaciones navideñas, su exhortación a atesorar y testimoniar con nuestra vida la ternura divina:
«¡Queridos amigos, que en este tiempo de Navidad, pueda nacer Jesús también en vuestras vidas y, a través de vosotros, ser don de salvación para los más pequeños y para los excluidos!
Les deseo que custodien la alegría de ese tiempo de Navidad, encontrando en la oración al Príncipe de la Paz, que desea hacerse cercano a todos»
Gracias por vuestras oraciones
Reiterando la exhortación de su catequesis central, en su bienvenida a los peregrinos de Polonia, el Obispo de Roma agradeció también los parabienes que le llegaron de ese país y de todo el mundo así como las oraciones por sus intenciones:
«Queridos hermanos y hermanas
En estos días abramos la mente y el corazón para acoger el don del amor de Dios que es Jesús, su Hijo nacido de la Virgen María.
Si lo acogemos en nuestra vida de cada día, también nosotros podemos llegar a ser un don para los demás.
Agradezco mucho las felicitaciones navideñas que llegan de Polonia y de todo el mundo y, sobre todo, las oraciones según mis intenciones».
Dios nos abraza y ama con hechos y no sólo con palabras
El saludo cordial del Papa Francisco a los peregrinos de lengua árabe, en particular a los provenientes de Siria, Irak, Tierra Santa y Oriente Medio:
«El nacimiento de Jesús es el cumplimiento de las promesas divinas. Dios nos ama no sólo con palabras, su amor no se queda sólo en el envío de profetas, mensajeros y textos, sino que lo lleva a abrazar nuestra debilidad y nuestra condición humana para volvernos a elevar a la dignidad filial perdida.
La encarnación de Dios es la prueba cierta de la autenticidad de su amor, el que ama verdaderamente empatiza con el ser amado».
Con sus mejores deseos navideños, las palabras de aliento y bendición del Papa a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados:
«Queridos jóvenes sepan ser firmes en la fe, mirando al Niño divino, que en el misterio de la Navidad se ofrece como don para toda la humanidad. Queridos enfermos, les deseo que perciban, en la vívida luz de Belén, el sentido de vuestro sufrimiento. Ya los recién casados los exhorto a que, en la construcción de su familia, mantengan constante el amor y la dedición, más allá de todo sacrificio».
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