Continuemos caminando juntos en el primado de la caridad
de María Cecilia Mutual
Continuar caminando juntos en el primado de la caridad, reforzando la fraternidad y la colaboración entre las comunidades: lo pidió el Papa Francisco en la mañana de este jueves 7 de diciembre a la delegación del Consejo Nacional de Iglesias de Taiwán, recibidos en audiencia en la Sala del Consistorio.
En su discurso a los treinta representantes, entre responsables y miembros del Consejo, el Pontífice recordó su reciente viaje apostólico a Myanmar y Bangladés destacando la vitalidad e intrepidez características de estos pueblos, pero también “el rostro sufriente de una humanidad privada demasiado a menudo de prosperidad material y bienestar social”.
Con el recuerdo de esta visita, el Papa quiso evidenciar cómo “existen muchos ambientes en los cuales como Cristianos estamos llamados a obrar juntos para promover la dignidad de todo ser humano y para sostener a quien es menos afortunado”. Y citando un pasaje del Evangelio de Juan, que llama a amarnos los unos a los otros como Jesús nos amó explicó que nuestro “camino maestro es el amor de Dios para encarnar concretamente en la vida, para dar testimonio de la esperanza que está en nosotros”.
El Santo Padre destacó asimismo el empeño de la Iglesia católica que, desde la fundación del Consejo Nacional de Iglesias de Taiwán ha promovido, a través de la Conferencia Episcopal regional china, una mayor unidad entre creyentes en el Señor. Y en este sentido destacó que el fortalecimiento de las relaciones entre las confesiones cristianas y el anuncio de Jesús, “que podrán llevar juntos también a través de las obras de caridad y proyectos formativos dirigidos a los jóvenes, traerán beneficio a la sociedad entera”.
En efecto – agregó – “un futuro mejor para todos exige la formación de las jóvenes generaciones en el ‘arte del diálogo’ para que puedan volverse protagonistas de una ‘cultura de la armonía y de la reconciliación’ tan necesaria, y que estén dispuestos a recorrer con la ayuda de Dios, aquel camino que va del conflicto a la comunión y que se ha demostrado tan fructífero en el camino ecuménico.
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