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El Papa Francisco con los jóvenes participantes en la reunión presinodal El Papa Francisco con los jóvenes participantes en la reunión presinodal 

El Papa con los jóvenes en la reunión presinodal

El Santo Padre respondió a las preguntas formuladas por cinco jóvenes participantes en la reunión presinodal. Una muchacha nigeriana liberada de la calle, un francés ateo, una argentina que enseña en Scholas Occurrentes, un seminarista ucraniano y una joven religiosa china

María Fernanda Bernasconi - Ciudad del Vaticano

“En nuestra experiencia como estudiantes y también en el trabajo con jóvenes nos dimos cuenta de que hoy en día se educa en verdades construidas desde la razón, se transmiten certezas que fueron debilitando el sentido de trascendencia, la duda que permite la creencia y el asombro, entre otros valores que constituyen nuestra humanidad. Como educadores intuimos un camino que desnude nuestra mirada, para abrirnos al misterio del otro y agradecer eso único y por tanto bello de todos”.

Es la introducción de la joven argentina, María Macarena, quien preguntó al Papa Francisco acerca de lo que él piensa sobre esta concepción de educación que tiene Scholas y cómo pueden hacer para que la experiencia trascendente que viven los jóvenes en ese encuentro perdure en el tiempo.

A lo que el Santo Padre Francisco respondió:

¿Puedo responder en español, está la traducción? Sí (responden). María Macarena me dijo: “Scholas me cambió la vida”. Una de las cosas, que ella, dijo críticamente, sobre un sistema educativo, es el sistema educativo que educa en verdades construidas desde la razón, que debilitan, el sentido de trascendencia, debilitan la duda, y debilitan el asombro. Piensen ustedes en estructuras escolares, las hay y muchas, donde se crece en conocimiento muchísimo. Son de excepción, de altísimo nivel en el conocimiento, pero al final, han perdido la capacidad de asombrase. Han perdido la capacidad del estupor. Esto directamente es una herencia educativa del Iluminismo, ¿no? Que, llegó a este tipo de escuela educativa, que hoy día se la critica mucho y se reacciona contra ella. De hecho la experiencia de Scholas como, seguramente, ya contará en el grupo y además de alguna paraguaya de ahí que lo ha hecho también, ahí estás vos, que en Paraguay prendió muy fuerte, se llegó a revertir esta tendencia, incluso a nivel ya de Ministerio de Educación Nacional, ¿no?  Y eso es muy importante. No sólo esto de quitar el asombro, lo cual también quita la capacidad de contemplar belleza y de abrirse al misterio del otro. Muy bueno el resumen que hizo.

Me repito. Me repito una cosa que me gusta decirla, pero es que para mí es evidente: Para tener una educación completa hay que usar los tres lenguajes: el lenguaje de la cabeza, o sea aprender a pensar bien. No sólo pensar cosas. Saber cosas. Eso es importante. Pero además, pensar y progresar con el pensamiento. Libertad de pensamiento. Buscar con el pensamiento. A eso yo llamo pensar bien. Primero de los tres lenguajes de la cabeza.

Segundo: lenguaje del corazón. Aprender a sentir bien. Hay un problema, que es viejo. El problema no es de ahora pero hoy día al menos  se habla, el problema del bullying (acoso psicológico o moral). El problema del bullying en las escuelas es un problema de no sentir bien. Puse un solo ejemplo, pero hay mil cosas. Aprender a sentir bien las cosas. Educar el sentimiento y esto no es tan común en las escuelas herederas del “Iluminismo” (Ilustración).

Y tercero, el lenguaje de las manos: a hacer. Porque también es herencia que recibimos de Dios. Ser artesanos y creadores. El arte nace también de ahí. La ingeniería nace de ahí. La capacidad de construcción nace de ahí.

Y esos tres lenguajes, el de la cabeza, el del corazón y el de las manos armonizados. A tal punto que yo piense lo que siento y lo que haga. Sienta lo que pienso y lo que hago y haga lo que siento y lo que pienso. La armonía de los tres lenguajes. Y esa es la experiencia de Scholas. Ir por este camino y avanzar en una educación total y comunitaria. Evidentemente cuando se va por este camino, la educación es personal, como persona que necesariamente necesita de la comunidad para progresar, ¿no?

Otra cosa que yo diría. Esto lo digo porque yo critico mucho el mundo virtual, ¡eh! Pero no porque sea viejo atrasado, sino porque tiene sus peligros, por ejemplo, en una cena de familia, papá y mamá miran la televisión y cada chico está con el teléfono, ¿no? Hablando con amigos, pero por ahí le tiene que decir algo al papá, o al otro, y se lo manda por teléfono. O sea, ya el mundo virtual puede llevarte a un nivel de alienación muy grande, ¡eh!, que te hace no ya líquido, como decía el gran Bauman, sino gaseoso ¡eh! Sin arraigo. Yo critico por eso el mundo virtual. Pero no lo demonicemos ¡eh! Porque es una riqueza, tenemos que saber usarlo, y no que nos esclavice alejándonos de lo concreto. Entonces, para salvar lo bueno del mundo virtual, una sola palabra: lo concreto. En italiano “concretezza” ¡eh!  Tener el hábito de ir a lo concreto. Sí poder usar el mundo virtual pero con los pies sobre la tierra y no dejándome chupar, no gaseosamente, no líquidamente sino sólidamente. Es una ayuda. Y ahí, ahí tenemos que ir hacia atrás.

El sábado me encontré, hice un matrimonio ahí en Santa Marta, y me encontré con una señora joven, una chica joven que es música, es compositora, artista, y estaba espantada por el mundo virtual, en su carrera de docente, veía el mal que hacía a los chicos, y hace un par de años se decidió a luchar contra esta exageración del mundo virtual para que el mundo virtual tuviera el puesto que le corresponde pero con lo concreto y me dio un muñeco de trapo. Y digo, ¿qué es? Con esto, artesanalmente, recupero la capacidad de juego en los chicos. O sea, del juego ilusorio, virtual, baja al juego real y esté empezando desde ahí con los chicos. O sea, creo que este tipo de cosas, buscar salvar a las personas de lo gaseosos, lo líquido de la virtualidad para que la virtualidad esté arraigada en lo concreto.

Una virtualidad arraigada está muy bien. Pero cuando ya se pasó de tocar tierra, ahí ya desparrama todo, ¿no? No madura. Pero vean qué curioso esta mujer, en su experiencia pedagógica, como maestra, descubrió que la única manera era retomar el juego. El juego es concreto. El juego es concreto.

El mundo virtual tiene otro defecto, claro esto hablando de Scholas, a lo concreto de Scholas ¿no?, que te puede quitar la dimensión del amateur, ¿no? No sé cómo se llama, “amatoriale”. Por ejemplo el juego, el deporte, hoy día, ha perdido el sentido de amateur, ¿no? Y se transforma en comercial, o lo que sea, mil cosas, ¿no? También el juego es el que pierde. Siempre pierde el juego. En un mundo  líquido, sin raíces siempre pierde el juego. El verdadero juego. El juego gratuito. La capacidad de los chicos, que vemos en el campo que por ahí los encontramos más limpios que estos  y que son capaces de armar una escuadra de fútbol con dos palitos para el arco y el portero libre, avanzado, que va y hace el gol, ¿no?, es decir, libertad, ¿no? Concreta. Una cosa es liquidez y gaseosidad y otra cosas es  libertad concreta. Lo concreto te da libertad. Lo líquido y lo gaseoso te quita libertad. Entonces Scholas ha tomado este camino de unir los tres lenguajes y socialmente. Yo asistí a la conclusiones por eso mencioné Paraguay ¿no? De embarcación en Paraguay, en el puerto donde ahora está el barrio San Francisco, y las conclusiones de un encuentro de chicos de Scholas sobre embarazo adolescente. Yo les digo que ni una Cámara de Diputados argentina he escuchado las reflexiones de estos chicos. Porque están educados a pensar lo concreto y con el corazón y la cabeza. Eso es maravilloso.

Bueno ese es el camino de la educación. Gracias, ¡eh!

Respuesta del Papa

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19 marzo 2018, 16:31