El Papa al Seminario Inglés: Cultiven el amor a Dios y al prójimo sin miedo
Renato Martinez – Ciudad del Vaticano
“Cultivando la amistad, las buenas y sanas relaciones que los sostendrán en vuestro futuro ministerio, estoy seguro que reconocerán a los verdaderos amigos, como un don del Señor para ayudarnos a caminar hacia los que es más justo, noble y bueno”, lo dijo el Papa Francisco a los miembros de la Comunidad del Colegio Inglés de Roma, a quienes recibió en audiencia la mañana del sábado 21 de abril, en la Sala del Consistorio del Vaticano.
En su discurso, el Santo Padre recordó los diversos aniversarios que se festejan en la vida de la Iglesia en Gales e Inglaterra durante este año. Este encuentro, dijo el Pontífice, me permite hablarles como un padre, es decir, con el corazón; pero sobre todo me permite orar por ustedes para que puedan crecer en su vocación en relación a Dios y a los demás, especialmente a los más necesitados.
El amor a Dios
En este sentido, el Papa Francisco les habló del primer fundamento de nuestra vida, el amor a Dios y les dijo que es hermoso ver a jóvenes que se preparan para asumir un compromiso con el Señor que será para toda la vida, sobre todo en nuestro días donde prevalece la “cultura de lo provisorio”. “Para vencer este desafío – afirmó el Pontífice – es vital durante estos años de seminario nutrir vuestra vida interior, aprendiendo a cerrar la puerta de vuestra celda interior desde dentro. De este modo – agregó el Papa – vuestro servicio a Dios y a la Iglesia será fuerte y encontraran la paz y la felicidad que sólo Jesús puede dar”.
El amor al prójimo
Refiriéndose al segundo fundamento de la vida, el amor al prójimo, el Papa Francisco precisó que, nuestro testimonio no es para nosotros mismos, sino para los demás, al servicio de los demás y en colaboración entre sacerdotes, religiosos y laicos. “A veces es difícil amar al prójimo – recordó el Santo Padre – y es por esto que, nuestro ministerio para ser eficaz necesita constantemente permanecer centrado en Dios que nos ama y sostiene”.
Es a partir de esta firmeza interior, precisó el Papa, que es posible soportar a los demás con paciencia y constancia en el bien. Esta firmeza interior, dijo, esta fidelidad de amor, caracterizó la vida de los mártires de vuestro seminario, y esto es esencial para nosotros que buscamos seguir a Jesús, que nos llama en nuestra pobreza para servir su majestad y que revela su majestad en medio de los pobres.
La vida comunitaria
Y uno de los modos en el cual puede crecer nuestro amor a Dios y al prójimo, precisó el Papa Francisco, es a través de la vida comunitaria. “No puede ser una coincidencia – señaló el Pontífice – el hecho que la comunidad de vuestro seminario haya generado cuarentaicuatro mártires, haciéndolos capaces de emitir rápidamente el juramento misionero, pronunciado por primera vez en 1578 por San Ralph Sherwin en la fiesta de San Jorge”. Con la guía y la inspiración de estos santos, dijo el Papa, espero que sean capaces de desarrollar esa fraternidad mística, contemplativa, que sabe descubrir a Dios en cada ser humano.
Vencer el miedo
Antes de concluir su discurso, el Papa Francisco señaló que en la vida cristiana existe un obstáculo por superar: el miedo. Un obstáculo, dijo el Papa que puede ser superado con el amor, la oración y el buen humor. “De este modo espero que no tendrán miedo a las dificultades y a las pruebas y a la lucha incesante contra el pecado. Los animo – dijo el Papa – a no tener miedo a ustedes mismos. Sigan el ejemplo de vuestro patrono, San Tomás de Canterbury y no sólo serán capaces de superar sus miedos, sino de ayudaran a los demás a superar los suyos”.
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