El Papa a las Obras Misionales Pontificias: «Sostengan a las Iglesias Jóvenes»
Ciudad del Vaticano
El Papa Francisco lanza un videomensaje de aliento y gratitud a las Obras Misionales Pontificias (OMP), cuya labor fundamental para la misión de la Iglesia, es a menudo poco conocida.
El Santo Padre destaca el gran impulso que en el siglo diecinueve recibió el anuncio de Cristo expresado en la fundación de las Obras Misionales, “con el fin específico de rezar y actuar concretamente para sostener la evangelización en los nuevos territorios”.
La oración: primera obra misionera
Unas Obras, que tal y como recuerda Francisco, “fueron reconocidas como Pontificias por el Papa Pío XI, que de este modo quiso subrayar cómo la misión de la Iglesia hacia todos los pueblos es importante para el Sucesor de Pedro”.
Una misión que todavía perdura con el paso del tiempo, ya que las Obras Misionales Pontificias continúan hoy este importante servicio iniciado hace casi 200 años: están presentes en 120 países con Directores Nacionales, coordinados por Secretariados internacionales ante la Santa Sede.
Por otra parte, el Obispo de Roma explica que las OMP, son importantes ante todo porque “debemos rezar por los misioneros y las misioneras, por la acción evangelizadora de la Iglesia”, ya que la oración “es la primera obra misionera que todo cristiano puede y debe hacer, y es también aquella más eficaz, si bien esto no se pueda medir”.
El Espíritu Santo lleva adelante la evangelización
En segundo lugar, el Pontífice añade que estas obras garantizan en nombre del Papa una equitativa distribución de las ayudas, de modo que todas las Iglesias en el mundo tengan un mínimo de asistencia para la evangelización, para los sacramentos, para los propios sacerdotes, los seminarios, para el trabajo pastoral, para los catequistas: “sostén a los misioneros que evangelizan, y sostén sobre todo con la oración, para que el Espíritu Santo esté presente. Es Él que lleva adelante la evangelización”.
Sostener a las Iglesias jóvenes
El Papa se despide en su mensaje, alentando a todos “a colaborar en nuestra tarea común de anunciar el Evangelio y de sostener a las jóvenes Iglesias a través del trabajo de estas Obras Misionarias. De esta manera, en cada pueblo, la Iglesia continúa a abrirse a todos y proclamar con alegría la Buena Noticia de Jesucristo, Salvador del mundo”.
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