El dolor del Papa por la muerte del card. Tauran

Ciudad del Vaticano

Un “hombre de profunda fe”, apreciado sobre todo por las “relaciones de confianza y estima” que ha sabido establecer con “el mundo musulmán”. Con estas palabras de reconocimiento y conmoción el Papa Francisco se dirige, a través de un telegrama, a la hermana del Card. Jean-Louis Tauran, fallecido este 5 de julio en Hartford, en los Estados Unidos, a donde se había dirigido para curarse de Parkinson.

A la señora Geneviève Dubert, hermana del purpurado, el Santo Padre recuerda cómo el cardenal ha “marcado profundamente la vida de la Iglesia universal” poniéndose al servicio de Cristo, “con coraje”, “hasta el final”, no obstante el peso de la enfermedad. “¡Que el Señor reciba a su servidor en la paz y en la alegría que no termina nunca!”, expresa el Papa, enviando su bendición apostólica a la familia y  a las personas cercanas al difunto cardenal, al Colegio Cardenalicio, como así también a los pastores y fieles de la arquidiócesis de Burdeos.