Papa a Comunidad de Vida cristiana en Argentina: "sed contemplativos en la acción"

Gabriella Ceraso- Ciudad del Vaticano

"Rezar y reflexionar para que el Señor les conceda una mayor profundidad en la vivencia de su carisma" para seguir siendo "un regalo para la Iglesia y para el mundo". Es cuanto escribe Papa Francisco en el mensaje – hecho público ayer con fecha 9 de junio y en inglés - enviado a Mauricio López, Presidente del Consejo Ejecutivo Mundial de las Comunidades de Vida Cristiana (CVX), reunidas en la Asamblea Mundial de Buenos Aires (Argentina) con motivo de los cincuenta años de la fundación.

La ilusión gnóstica no les desoriente

A los 250 participantes, provenientes de 70 países, reunidos hasta el 31 de julio bajo el tema "Cuidar el don que hemos recibido y ofrecerlo con alegría", Francisco destaca sobre todo el "don" y la "gracia" recibidos del Señor a lo largo de los años y exhorta a todos a un "humilde agradecimiento”, porque, escribe, “Jesús lo ha notado y ha confiado en ustedes, independientemente de sus cualidades y virtudes".

Esto, subraya, "supone un llamado y una responsabilidad, para salir de ustedes mismos e ir a encontrarse con los otros, para nutrirlos con el único pan capaz de satisfacer el corazón humano: el amor de Cristo". Que la "ilusión gnóstica" auspicia el Papa en el Mensaje "no os desoriente".

Cristo está en carne humana vulnerable

El Papa subraya que contemplación y acción han de ir juntas, “porque podemos entrar en el corazón de Dios solamente a través de las llagas de Cristo, y sabemos que Cristo “está presente en los hambrientos, los ignorantes, los descartados, los ancianos, los enfermos, los prisioneros, y en toda la carne humana vulnerable".

Dejarse moldear por el amor de Jesús

Este "estilo de vida cristiano", señala Francisco, hecho con "intensa vida espiritual" y con "trabajo", significa "dejarse moldear por el amor de Jesús, tener sus mismos sentimientos, preguntándose constantemente: ¿qué hago por Cristo? ¿Qué he hecho por Cristo? ¿Qué debo hacer por Cristo?".

Al final del Mensaje, el Papa agradece a los presentes por " su dedicación y el amor hacia la Iglesia y hacia los hermanos" y les anima a "seguir haciendo presente a Cristo en sus respectivos entornos, dando un sentido apostólico en todas las actividades".