Sínodo: El Papa se reúne con auditor de Irak y anima a los jóvenes del país
Alessandro Gisotti - Ciudad del Vaticano
Sigan sin desanimarse y confiando siempre en el Señor. Es el aliento que el Papa Francisco quiso dirigir a los jóvenes de Irak. El encuentro no programado del Papa con Safa Al Abbia, un joven iraquí que participa en el Sínodo como auditor, ofreción la oportunidad para este mensaje. Safa tendrá que regresar hoy a Irak para estar con su madre gravemente enferma. El joven había expresado su deseo de poder saludar al Santo Padre antes de su partida, quien aceptó inmediatamente y con alegría la petición. El encuentro tuvo lugar a primeras horas de la tarde en la Casa Santa Marta, en un ambiente particularmente afectuoso. El Santo Padre le entregó al muchacho un Rosario para llevarle a su madre y le deseó un feliz viaje.
El aliento a los jóvenes iraquíes a tener confianza en el futuro
El Papa escuchó atentamente el relato del joven, las razones de su partida anticipada del Sínodo, y aceptó su petición de enviar un mensaje a los jóvenes iraquíes, para que pudiera ser difundido una vez llegado a su casa. Francisco le aseguró que lleva en su corazón a los jóvenes de Irak, consciente de los muchos sufrimientos que han experimentado. El Santo Padre también animó a los jóvenes a tener confianza en el futuro, a no desanimarse a pesar del doloroso pasado y del duro presente. Finalmente, el Papa aseguró sus oraciones y su bendición para todos los chicos y chicas de Irak.
El discurso de Safa en el Sínodo, el más aplaudido
El joven iraquí había hablado el jueves pasado durante la décima congregación general. Según muchos, el discurso más aplaudido hasta ahora en el Sínodo. Safa recordó a los muchos mártires iraquíes que murieron en estos años para dar testimonio de su fe en Cristo. El mayor desafío al que nos enfrentamos los jóvenes iraquíes, dijo, es "la paz, la estabilidad y el derecho a vivir con dignidad". Por eso, Safa pidió una oración por todos los que sufren persecución, no sólo en Irak. Finalmente, entre los aplausos, concluyó con un mensaje y un deseo de los jóvenes iraquíes para el Papa Francisco: "Esperamos verte algún día en Irak".
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