El Papa agradece a El Líbano por acoger a tantos refugiados
María Fernanda Bernasconi – Ciudad del Vaticano
“Deseo agradecer a la comunidad libanesa todo lo que hace en El Líbano. Por dos motivos: por mantener el equilibrio – este equilibrio creativo, fuerte como los cedros – entre cristianos y musulmanes, sunitas y chiitas; un equilibrio de patriotas, de hermanos. Le doy las gracias ante todo por esto. Y también quiero agradecer por otro motivo: por su generosidad, su corazón hospitalario con los refugiados: tienen más de un millón de ellos. ¡Gracias, muchas gracias!”.
Así lo manifestó el Papa Bergoglio en su alocución al recibir en audiencia, el penúltimo martes de noviembre, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico del Vaticano a los cincuenta y tres miembros de la “Fundación Maronita” y a las autoridades de El Líbano, a quienes les habló espontáneamente:
“¡Buenos días!, les dijo Francisco. Les agradezco su visita”. Y añadió que era interesante lo que había afirmado previamente Su Beatitud, el Cardenal Béchara Boutros Raï, Patriarca de Antioquía de los Maronitas, acerca de la Visita ad limina Apostolorum, que acababa de realizar, pero acompañada por los fieles. “Es una buena idea – afirmó el Santo Padre –, se puede oficializar, es decir, ¡pueden hablar mal de los obispos! ¡Se puede hacer! Así sabemos las cosas más concretas de la comunidad”.
Además, el Pontífice les dijo que esto le recordaba también el milagro de la multiplicación de los panes, porque le habían dicho: “Tendrá que saludar a unas cuarenta personas”, ¡y he asistido a la multiplicación de los libaneses!
“¡Gracias por haber venido tan numerosos! Gracias”.
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