Virgen María, permanece cercana a las familias del mundo
Patricia Ynestroza-Ciudad del Vaticano
Seguidamente, y como es tradición se dirigió a las cuatro de la tarde a la Plaza de España, al acto de oración y homenaje a la Virgen de la Inmaculada. La Plaza de España, lugar donde se encuentra también la embajada española ante la Santa Sede, estaba abarrotada de fieles deseosos de compartir el momento de la oración del Papa y la entrega de la ofrenda floral al monumento de la Inmaculada, que reposa sobre una esbelta columna de aproximadamente 12 metros de altura.
Oración completa del Papa a Nuestra Señora Inmaculada:
Madre Inmaculada, en el día de tu fiesta, tan querida por el pueblo cristiano,
Vengo a rendirte un homenaje en el corazón de Roma.
En mi corazón traigo a los fieles de esta Iglesia.
y todos los que viven en esta ciudad, especialmente los enfermos.
y cuántos por diferentes situaciones les cuesta salir adelante.
En primer lugar, queremos agradecerte.
Por el cuidado materno con el que nos acompañas en nuestro camino:
¡Cuántas veces oímos, con lágrimas en los ojos, a aquellos que han experimentado tu intercesión por las gracias que pides por nosotros a tu Hijo Jesús!
También pienso en una gracia ordinaria que das a las personas que viven en Roma:
La de afrontar los inconvenientes de la vida cotidiana con paciencia.
Cada uno que ponga de su parte por una vida mejor
Ante los inconvenientes de la vida cotidiana, el Papa le pidió a la Virgen María, que nos dé fuerza para no rendirnos, más bien, de permitir que cada uno ponga de su parte para mejorar las cosas. Para que el cuidado de cada uno haga que Roma sea más bella y habitable para todos; Porque el deber bien hecho de cada uno asegure los derechos de todos. En su oración el Papa pidió por “aquellos que tienen roles de mayor responsabilidad” pensando en el bien común de la ciudad, para que la Virgen les de sabiduría, previsión, espíritu de servicio y colaboración. Y le pidió por los sacerdotes, y mujeres de vida consagrada, religiosa y secular:
Santa Virgen
Quisiera confiarte en modo particular a los sacerdotes de esta diócesis:
Los párrocos, los vice-párrocos, los sacerdotes ancianos que con el corazón de pastores continúan trabajando por el pueblo de Dios,
Por los tantos sacerdotes estudiantes de todo el mundo que colaboran en las parroquias.
Por todos ellos te pido la dulce alegría de evangelizar
y el don de ser padres, cercanos al pueblo, misericordiosos.
A ti, Mujer, consagrada a Dios, confío a las mujeres consagradas en la vida religiosa y en la vida secular,
que gracias a Dios en Roma hay tantas, más que en cualquier otra ciudad del mundo,
y forman un hermoso mosaico de nacionalidades y culturas.
Por ellas, te pido la alegría de ser, como Tú, esposas y madres,
Fecundas en la oración, en la caridad, en la compasión.
Virgen María, cercana a las familias
Oh Madre de Jesús, Una última cosa te pido, en esta época de Adviento, pensando en los días en que Tú y José estaban ansiosos por el inminente nacimiento de vuestro hijo, preocupados porque estaba el censo y también porque tenían que abandonar vuestro país, Nazaret, e ir a Belén. Sabes lo que significa llevar en el seno la vida y sentir a tu alrededor la indiferencia, el rechazo, a veces el desprecio.
Al respecto, el Pontífice le pidió a la Madre de Dios, que se quede cerca de las familias que hoy en Roma, en Italia, y en el mundo entero viven situaciones similares, para que no estén abandonas a sí mismas, sino tutelados sus derechos, derechos humanos que van antes que cualquier, exigencia, por muy legítima que sea. Y que vele por Roma, que no falte por ningún lado dijo, el testamento de Jesús: "Amaos como yo os he amado" (cf. Jn 13, 34).
Oh María Inmaculada, Amanecer de la esperanza en el horizonte de la humanidad.
Vela por esta ciudad,
En los hogares, las escuelas, las oficinas, los comercios,
en las fábricas, hospitales, cárceles;
que no falte en ninguna parte lo que Roma tiene más preciado,
y que conserva para el mundo entero, el testamento de Jesús:
"Amaos como yo os he amado" (cf. Jn 13, 34).
Amén.
Al concluir este acto, el Pontífice se dirigió a la sede del cotidiano romano "Il Messaggero", para saludar a los dirigentes y al personal.
Oración completa del Papa a la Virgen Inmaculada
Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí