Papa a Comunidad Abraham: estar listos para partir, con un estilo de éxodo

Cecilia Mutual - Ciudad del Vaticano

 “Vayan adelante, en la fe y en la caridad, sobre todo hacia cuantos son más emarginados y pobres, confiando siempre en la promesa de Dios”: lo dijo el Papa Francisco recibiendo en audiencia esta mañana en el Aula Pablo VI a 700 Miembros de la Comunidad de Abraham, con ocasión de 30° aniversario de fundación. Una comunidad nacida en Chiampo, en la provincia de Vicenza, y presente hoy, en Italia, también en Roma y Turín, que tiene su origen en la espiritualidad de la Renovación Carismática Católica, y es miembro de la Catholic Fraternity of Charismatic Covenant Communities and Fellowships, asociación de Derecho Pontificio, hoy constituida por unas 90 comunidades carismáticas.

Inspirados en el gran patriarca

Tras manifestarles su alegría de poder encontrarlos con ocasión de este aniversario, el pontífice se refirió a la importancia del nombre de la comunidad: ‘Abraham’, instándolos a no tener temor de inspirar sus vidas y su acción precisamente “en el gran patriarca Abraham". "Que él – prosiguió - les enseñe sobre todo a obedecer a la llamada del Señor”. “Lo que es importante es escuchar su voz” precisó el Papa indicando la necesidad del “silencio de la escucha”.

"Les deseo - expresó Francisco - que sepan encontrar siempre momentos de verdadero silencio en vuestra vida; éste es el secreto para poder escuchar a Dios que habla.

Partir con confianza en Dios

Recordando que la fe del gran patriarca lo llevó a dejar su tierra para ir hacia un lugar desconocido, pero garantizado por la promesa de Dios, el Papa les indicó: “Para ser evangelizadores es necesario confiarse en Dios y estar listos para partir, para salir, pero no una sola vez, sino a asumir un estilo de ‘éxodo’. Importante es salir para ir al encuentro de quienes el Señor pone en nuestro camino”.

Ofrecer la respuesta más creíble

Francisco se remite a la primera carta de Pedro, que dirigiéndose a comunidades de jóvenes temerosos de expresar su propia fe, los incitaba a dar razón de la esperanza recibida por Cristo con mansedumbre, respeto y una consciencia recta, para indicarla como una metodología en la obra de evangelización: “Es necesario caminar junto a las personas de nuestro tiempo – afirma – escuchar lo que llevan en el corazón, para ofrecerles con nuestra vida la respuesta más creíble, es decir, aquella que vine de Dios, a través de Jesucristo.

Instrumentos eficaces al servicio del Evangelio

Ya en la conclusión, el Santo Padre constata que la fe de Abraham, fecunda más allá de toda expectativa humana, vio su cumplimiento a través de una humilde hija de Abraham, la Virgen María, en la que Cristo ha reflejado su ‘aquí estoy’ al Padre.

“Que ella – les deseó el pontífice -  los ayude también a ustedes a ser dóciles a la acción del Espíritu Santo, y así vuestro testimonio y vuestro entusiasmo serán un instrumento eficaz al servicio del Evangelio”,