El Papa a Asociación Marítima Cristiana Internacional: promuevan el espíritu ecuménico
María Cecilia Mutual - Ciudad del Vaticano
“Los exhorto a continuar, con renovado espíritu ecuménico, vuestro servicio a la gente del mar”: con estas palabras el Papa Francisco se dirige a la Asociación ICMA, Asociación Marítima Cristiana Internacional, (International Christian Maritime Association) reunida en Kaohsiung,Taiwan, desde hoy 21 y hasta el 25 de octubre en su undécima Conferencia Mundial sobre el tema “50 años de trabajo juntos para los marinos, los pescadores y sus familias”, precisamente con ocasión de los 50 años de fundación. La ICMA reúne desde 1969, organizaciones cristianas sin fines de lucro comprometidas con el bienestar de los marinos en unos 125 países del mundo.
Formas eficaces de asistencia a los marinos
El Papa se dirige a los participantes en la Conferencia Mundial con un “saludo de paz y bien” expresando su deseo para que “en estos días de encuentro y reflexión” se puedan “identificar formas cada vez más eficaces de asistencia a los marinos, a los pescadores y a sus familias”. “Sigue siendo actual la Carta apostólica Stella Maris de 1997, en la que san Juan Pablo II esbozaba las líneas fundamentales para la atención pastoral de las numerosas personas que trabajan en el mar y de sus familias, así como de las que viajan por mar", prosigue Francisco. En aquel documento, mi predecesor invitaba a trabajar ‘para que la gente del mar disponga de los medios necesarios para llevar una vida santa’ (II § 2)".
Dar a conocer a Jesucristo
Inspirándose en la Carta apostólica de Juan Pablo II, el Papa renueva también él la invitación a todos “los que representan diversas tradiciones cristianas, para que puedan “ayudar a la gente de mar a conocer a Jesucristo y a vivir según sus enseñanzas, en el respeto de la acogida recíproca”. “Los aliento a superar las dificultades que a veces se pueden encontrar en su misión – agrega – promoviendo con convicción el espíritu ecuménico”. “Los acompaño con mi oración – concluye el Santo Padre – y con la bendición que con placer invoco sobre ustedes, sobre sus trabajos de estos días y sobre quienes están confiados a su servicio pastoral. Que el Señor los bendiga, y por favor, recen por mí. Gracias”.
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