Los jóvenes son el terreno fértil que Dios regala a los cristianos
VaticanNews
Se hizo público el mensaje que el Santo Padre Francisco envió a los participantes en el XX Encuentro Latinoamericano de Pastoral Juvenil, que se lleva a cabo en Lima, Perú, en la Casa de Convivencia Juan Pablo II, del 18 al 23 de este mes de noviembre, sobre el tema: “Los jóvenes somos tierra sagrada, el ahora de Dios".
Dirigiéndose a su querido hermano, Monseñor Alfredo Vizcarra Mori, Vicario Apostólico de Jaén y Presidente de la Comisión Episcopal de Laicos y Juventud, el Santo Padre lo saluda cordialmente junto a los organizadores y participantes en este encuentro de Responsables nacionales de Pastoral Juvenil, y destaca que la colaboración en el campo de esta pastoral representa para la Iglesia “un servicio que no se puede descuidar”. Sí, porque como escribe Francisco:
Continente de la esperanza
Aludiendo a la ceremonia de acogida y apertura de la Jornada Mundial de la Juventud que se celebró este año en Panamá, el Santo Padre recuerda que en “América, el continente de la esperanza, como en todo el mundo, los jóvenes son el ahora de Dios, porque su Hijo Jesús, que es manifestación de su bondad, camina y permanece con ellos, y a través de Jesús, el Padre continúa hablándonos en el lenguaje de su amor, ‘que sabe más de levantadas que de caídas, de reconciliación que de prohibición, de dar nueva oportunidad que de condenar, de futuro que de pasado’”.
Por esta razón los animo a profundizar cada vez más en el conocimiento de la persona de Jesús, para que viviendo en la intimidad de su corazón, puedan transformarse en discípulos misioneros y testigos de su ternura, y otros jóvenes puedan acercarse a Él, el eternamente joven, experimentar la alegría de su amistad y llevar una existencia fundada en la fraternidad y la solidaridad cristianas.
El Santo Padre pide al Señor, “por intercesión de Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona de América, que sostenga con su gracia a los pastores, a los responsables de la pastoral juvenil y a todos los jóvenes de Latinoamérica, fortaleciéndolos en el amor recíproco y acompañándolos en su vida cotidiana”. Y concluye su mensaje:
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