En el Día del Enfermo el Papa confía a María a todos los que sufren
Alessandro Di Bussolo - Ciudad del Vaticano
El 11 de febrero, día en que la Iglesia celebra la fiesta de la Santísima Virgen María, Nuestra Señora de Lourdes, y el 28º Día Mundial del Enfermo, el Papa Francisco en su cuenta de twitter, confía "a la Virgen María, Salud de los Enfermos", "a todas las personas que llevan la carga de la enfermedad, junto con sus familias y los trabajadores de la salud". A todos, "con afecto" el Santo Padre asegura su "cercanía en la oración".
Entrar en la vida de Jesús, experiencia de ternura
Dos horas más tarde, en un segundo tweet, Francisco recuerda que "Jesucristo ofrece su misericordia a aquellos que viven en angustia por su situación de fragilidad, dolor y debilidad. Él, añade el Pontífice, "invita a todos a entrar en su vida para experimentar la ternura".
El mensaje: "Venid a mí, los cansados y oprimidos"
En su Mensaje para este día, publicado el pasado 3 de enero, el Pontífice se inspira en las palabras de Jesús tomadas del Evangelio de Mateo: "Venid a mí todos los que estáis cansados y oprimidos, y yo os daré descanso" (Mt 11, 28).
Palabras que revelan la actitud misericordiosa de Jesús hacia la humanidad herida, su mirada que llega hasta lo más profundo de su ser, que acoge y cura con ternura.
El cuidado del cuerpo, pero también de toda la persona
En el texto, el Santo Padre hace hincapié en el enfoque correcto en nuestro trato con la persona enferma, que requiere no sólo el cuidado del cuerpo, sino también el "cuidado" de la persona y también de su familia, debilitada por esta prueba de la vida. Por eso invita a los médicos y trabajadores sanitarios a abrirse a lo trascendente ante los límites de la ciencia, para "permanecer coherentes" con el sí a la vida y a la persona.
No ceder a la eutanasia ni al suicidio asistido
"Vuestro modo de actuar -escribe el Papa, dirigiéndose no sólo al personal sanitario sino también a los voluntarios- está constantemente dirigido a la dignidad y a la vida de la persona, sin ceder a actos de eutanasia, suicidio asistido o supresión de la vida, ni siquiera cuando el estado de enfermedad es irreversible".
Garantizar el cuidado de los pobres es justicia social
Francisco también insta a los gobiernos e instituciones a garantizar la atención a los más débiles y pobres en nombre de la justicia social, agradeciendo sobre todo a los voluntarios que, a imagen del buen samaritano, suplen las deficiencias estructurales con gestos de cercanía y ternura.
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