Un tiempo favorable para la conversión
Sergio Centofanti - Ciudad del Vaticano
"Un tiempo favorable para nuestra conversión": en el Mensaje para la Cuaresma, titulado «En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios» (2 Co 5,20), Francisco, ante “la presencia —a veces dramática— del mal en nuestra vida, al igual que en la vida de la Iglesia y del mundo", nos invita a no perder de vista la "Buena Noticia de la muerte y resurrección de Jesús". Quien cree en este anuncio – afirma - rechaza la mentira de pensar que somos nosotros quienes damos origen a nuestra vida, mientras que en realidad nace del amor de Dios Padre, de su voluntad de dar la vida en abundancia. Si en cambio si se prefiere escuchar “la voz persuasiva del 'padre de la mentira', corremos el riesgo de hundirnos en el abismo del sinsentido, experimentando el infierno ya aquí en la tierra, como lamentablemente testimonian muchos hechos dramáticos de la experiencia humana personal y colectiva". Es un tiempo de gracia para hacer más intensa la oración, ese diálogo sincero y profundo con Jesús que corta "la dureza de nuestro corazón", llenándolo de esa compasión que "nos permite mirar y tocar con fe la carne de Cristo en tantas personas que sufren" y compartir "nuestros propios bienes con los más necesitados mediante la limosna".
Un compromiso del Hospital Pediátrico Bambino Gesù, como explicó la Presidenta Mariella Enoc en la rueda de prensa de presentación del Mensaje de Cuaresma. En el último año, dijo, "más de 100 niños de todo el mundo han sido acogidos y atendidos por el Hospital de forma humanitaria, asumiendo la plena responsabilidad de los gastos gracias al apoyo de su Fundación y a la generosidad de muchos. El Bambino Gesù también ha iniciado proyectos de formación en muchos países, desde Siria hasta África Central, desde Jordania hasta Tanzania, desde la India hasta Etiopía, desde China hasta Camboya, cultivando su vocación de "Hospital de los hijos del mundo", un signo concreto de la caridad de la Iglesia y del Papa: "A través de la formación de los médicos y el cuidado de los niños en todo el mundo" - añadió Enoc - "hemos tratado de interpretar concretamente la 'diplomacia de la misericordia' del Papa Francisco". Por último, la Presidente del Hospital recordó la construcción del centro para niños desnutridos en Bangui, África central.
Se trata de tener un corazón que sepa escuchar "el grito de angustia" de los que sufren o son excluidos: el Papa habló de ello en su discurso a los miembros de la Asociación Pro Petri Sede. "En la desenfrenada carrera por tener, carrera, honores o poder - subrayó Francisco - los débiles y los pequeños son a veces ignorados y rechazados", porque "en el afán de correr, de conquistarlo todo e inmediatamente, molestan los que se quedan atrás". Y son considerados un descarte: "¡cuántos ancianos, cuántos niños por nacer, cuántos discapacitados, pobres, considerados inútiles!". La Iglesia, en cambio, apoya "la opción preferencial por los pobres", llevando "a todos los necesitados la paz y la alegría del Resucitado, mediante "hombres y mujeres de buena voluntad e imbuidos del Evangelio". “El testimonio de la vida cristiana", dijo el Papa, "se manifiesta a través de la generosidad y la atención a los demás", especialmente en este "clima generalizado de individualismo, egoísmo e indiferencia".
La conversión es ver el mundo de una manera diferente. En el tweet de hoy, el Papa desea que todos "aprendan a mirar la vida desde arriba, desde la perspectiva del cielo, para ver las cosas con los ojos de Dios, a través del prisma del Evangelio".
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