El Papa a la comunidad internacional: tomar en serio la situación de Libia

El Santo Padre Francisco sigue “con gran aprensión la dramática situación de Libia”. Tras rezar el Ángelus, el pensamiento del Sumo Pontífice fue a esta nación, que ha estado presente en sus oraciones en los últimos días, tal como él mismo afirmó. Francisco expresa su dolor y exhorta "por favor" a los organismos internacionales a reanudar la búsqueda de un camino para poner fin a la violencia. Estas sus palabras:

“Por favor, insto a los organismos internacionales y a quienes ostentan responsabilidades políticas y militares a que reanuden con convicción y decisión la búsqueda de un camino para poner fin a la violencia, que conduzca a la paz, la estabilidad y la unidad del país".

Crueldad en las condiciones de los migrantes

El Santo Padre también señaló el agravarse de las precarias condiciones de los migrantes, debido a la actual situación sanitaria que los ha hecho aun "más vulnerables a las formas de explotación y de violencia": "hay crueldad", aseveró con dolor.  

"También rezo por los miles de migrantes, refugiados, solicitantes de asilo y desplazados internos en Libia". "Invito, por favor, a la comunidad internacional a que se tome en serio su difícil situación, identificando vías y proporcionando medios para proporcionarles la protección que necesitan, una condición digna y un futuro de esperanza”.

Libia es un campo de batalla entre las tropas leales al Primer Ministro Al Serraj y al General Haftar. En estos días el Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, ha pedido una investigación "meticulosa y transparente" de las fosas comunes encontradas en Tarhuna, la ciudad libia arrebatada la semana pasada al control del General Khalifa Haftar por las fuerzas gubernamentales de Trípoli. En las últimas semanas, el avance de las milicias dirigidas por Haftar ha tenido que detenerse y renunciar a la deseada conquista de Trípoli, mientas que los combates continúan en Sirte, una ciudad estratégica para el control de los pozos de petróleo, a 450 kilómetros al este de la capital.