El Papa a Prensa Católica: “protejan la comunicación por el bien de los demás”
Mireia Bonilla – Ciudad del Vaticano
Por primera vez en su historia, la Asociación de Prensa Católica ha organizado la Conferencia de Medios Católicos de manera virtual, debido a la situación sanitaria por coronavirus. El tema de este año Together While Apart (Juntos mientras estamos separados) “expresa elocuentemente el sentido de unión que, paradójicamente, ha surgido de la experiencia de distanciamiento social impuesta por la pandemia” ha dicho el Papa Francisco en su mensaje dirigido a los miembros de dicha Asociación. “De hecho – continúa – la experiencia de estos meses pasados nos ha demostrado que la misión de los medios de comunicación es esencial para acercar a las personas, acortar las distancias, proveer la información necesaria y abrir las mentes y los corazones a la verdad”.
Los medios deben proteger la comunicación, nunca distorsionarla
El Papa ha dado una clara definición de cómo deberían ser y comportarse los medios de comunicación en la actualidad: “Necesitamos medios de comunicación capaces de construir puentes, defender la vida y abatir los muros, visibles e invisibles, que impiden el diálogo sincero y la comunicación verdadera entre personas y comunidades”. Pero también se necesitan medios de comunicación – ha dicho – “que puedan ayudar a las personas, especialmente a los jóvenes, a distinguir el bien del mal; a desarrollar juicios sólidos basados en una presentación clara e imparcial de los hechos; y a comprender la importancia de trabajar por la justicia, la concordia social y el respeto a nuestra casa común”. Y a esto, ha añadido otra necesidad más: “necesitamos hombres y mujeres con sólidos valores que protejan la comunicación de todo lo que puede distorsionarla o desviarla hacia otros propósitos”.
En su mensaje destaca su invitación a “permanecer unidos” y ser “signo de unidad” entre ellos y recuerda que no importa el tamaño de un medio de comunicación, lo que importa es “ser miembros de un mismo cuerpo”: “Como en todo cuerpo, a menudo son los miembros más pequeños los que, al final, son los más necesarios. Lo mismo sucede en el cuerpo de Cristo. Cada uno de nosotros, dondequiera que nos encontremos, está llamado a contribuir, mediante la profesión de la verdad en el amor, al crecimiento de la Iglesia hasta su plena madurez en Cristo”.
Un buen comunicador se dedica al bien de los demás en todos los niveles
Además – dice – “la comunicación no es meramente una cuestión de competencia profesional” y pone en relieve cuales deben ser las características de un buen comunicador: “un verdadero comunicador se dedica completamente al bien de los demás en todos los niveles, desde la vida de cada persona a la vida de toda la familia humana. No podemos comunicar verdaderamente si no nos involucramos personalmente, si no podemos testimoniar personalmente la verdad del mensaje que transmitimos”.
Francisco además ha evocado sobre los trabajadores de la Asociación “la efusión de los dones del Espíritu Santo de sabiduría, entendimiento y consejo” pues tal y como ha explicado: “solamente la mirada del Espíritu nos permite no cerrar los ojos ante los que sufren y buscar el verdadero bien para todos. Solamente con esa mirada podemos trabajar eficazmente para superar las enfermedades del racismo, la injusticia y la indiferencia, que desfiguran el rostro de nuestra común familia”.
Los comunicadores cristianos deben reivindicar la verdad
Al final de su mensaje, destaca su deseo final, para que los miembros de la Asociación de Prensa Católica través de su dedicación y su trabajo diario, “puedan ayudar a los demás a contemplar las situaciones y las personas con los ojos del Espíritu, para cuando nuestro mundo hable apresuradamente con adjetivos y adverbios, los comunicadores cristianos hablen con sustantivos que reconozcan y presenten la silenciosa reivindicación de la verdad y promuevan la dignidad humana y donde el mundo ve conflictos y divisiones, puedan ustedes mirar a los pobres y a quienes sufren, y dar voz a las súplicas de nuestros hermanos y hermanas necesitados de misericordia y comprensión”.
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