Catequesis del Papa: Jesús nos ha regalado su diálogo de amor con el Padre
Cecilia Mutual - Ciudad del Vaticano
La oración de Jesús a orillas del Jordán es la oración de todos los bautizados en Cristo: lo recordó el Papa Francisco esta mañana, en la tradicional audiencia general del miércoles celebrada en el Aula Pablo VI. Continuando con su ciclo de catequesis dedicado a la oración, tras haber recorrido el Antiguo Testamento, el Pontífice se detuvo en la figura de Jesús y el comienzo de su misión publica, que tuvo lugar con su bautismo en el río Jordán, donde el pueblo reunido en espíritu de oración recibía de Juan el bautismo de penitencia.
El primer acto público de Jesús es por tanto la participación en una oración coral del pueblo, una oración penitencial, donde todos se reconocían pecadores
Hablando a los fieles, romanos y peregrinos presentes en el Aula Nervi, el Papa evidenció que aunque Jesús no lo necesitaba, quiso ser bautizado en obediencia a la voluntad del Padre y en solidaridad con nuestra condición humana. Él reza con los pecadores del pueblo de Dios.
“Y ésta – precisó el Papa – es la grandeza de Dios que envió a su Hijo y se anuló a sí mismo y apareció como un pecador”.
Jesús no es un Dios lejano
De esta manera, Jesús se muestra cercano al pueblo pecador y desobediente, le abre camino y lo invita a seguirlo:
El Santo Padre subraya que ese día, a orillas del río Jordán, estaba “toda la humanidad, con sus anhelos inexpresados de oración”, sobre todo el pueblo de los pecadores:
Esos que pensaban que no podían ser amados por Dios, los que no osaban ir más allá del umbral del templo, los que no rezaban porque no se sentían dignos. Jesús ha venido por todos, también por ellos, y empieza precisamente uniéndose a ellos.
Jesús reza con nosotros y abre la puerta de los cielos
El Papa Francisco recuerda además "el clima de oración en el que tuvo lugar el bautismo de Jesús”, durante el cual el evangelista Lucas relata que, mientras Jesús rezaba “se abrió el cielo”. "Rezando, Jesús abre la puerta de los cielos, y de esa brecha desciende el Espíritu Santo. Y desde lo alto una voz proclama la verdad maravillosa: «Tú eres mi Hijo; yo hoy te he engendrado»".
La oración de todos los bautizados
"En la oración de Jesús – explica el Papa – el Espíritu Santo toma posesión de su persona y la voz del Padre atestigua que Él es el amado, el Hijo en el que Él se refleja plenamente. Una oración que es totalmente personal y así será durante toda su vida terrena” y “en Pentecostés se convertirá por gracia en la oración de todos los bautizados en Cristo. Él mismo obtuvo este don para nosotros, y nos invita a rezar como Él rezaba”.
El don de Jesús: su oración, diálogo de amor con el Padre
Finalmente, el Santo Padre recuerda que es “por cada uno de nosotros que se hace eco la palabra del Padre: aunque fuéramos rechazados por todos, pecadores de la peor especie. Jesús no bajó a las aguas del Jordán por sí mismo, sino por todos nosotros. Ha abierto los cielos, como Moisés había abierto las aguas del mar Rojo, para que todos pudiéramos pasar detrás de Él. Jesús nos ha regalado su propia oración, que es su diálogo de amor con el Padre. Nos lo dio como semilla de la Trinidad, que quiere echar raíces en nuestro corazón. ¡Acojámoslo! Acojamos este don, el don de la oración. Siempre con Él.
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