El Papa reza por la paz en Etiopía y Libia
El Papa Francisco sigue con preocupación las noticias que llegan de Etiopía, donde el primer ministro Abiy Ahmed sigue adelante con la campaña militar que anunció el miércoles, a pesar de los pedidos a nivel internacional para que se prosiga el diálogo con el Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF) en lugar de arriesgarse a una guerra civil.
Tras la oración mariana del Ángelus, Francisco exhortó a todos a "rechazar la tentación de los conflictos armados" e invitó también a todos "a la oración y al respeto fraterno, al diálogo y a la resolución pacífica de las diferencias”.
El llamamiento del Papa se produce cuando las Naciones Unidas advierten que nueve millones de personas corren el riesgo de ser desplazadas por la escalada del conflicto en la región de Tigray, en Etiopía. Los observadores de la ONU también dijeron hoy que la declaración del estado de emergencia por parte del gobierno estaba bloqueando las ayudas alimentarias y de otro tipo.
Foro de Diálogo Político de Libia
El Sumo Pontífice dirigió luego sus pensamientos a la búsqueda de la estabilidad en Libia. Hizo presente las reuniones del Foro de Diálogo Político de Libia que comienza hoy, y señaló la importancia de este evento: "Espero sinceramente que en este delicado momento se encuentre una solución al largo sufrimiento del pueblo libio".
Expresando su esperanza de que el reciente acuerdo de un alto al fuego permanente "sea respetado y concretizado", pidió oraciones para los delegados del Foro, por la paz y la estabilidad en Libia.
El Foro de Diálogo Político Libio (LPDF) es un diálogo político intra-Libio plenamente inclusivo establecido por los resultados de la Conferencia de Berlín, el pasado mes de enero, que fueron respaldados por las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Representa a una variedad de grupos de interés diferentes, basados en los principios de inclusividad, justa representación geográfica, étnica, política, tribal y social.
Día de Acción de Gracias en Italia
El agua es vital para la agricultura; ¡también es vital para la vida! Estoy cerca con la oración y el afecto al mundo rural, especialmente a los pequeños agricultores. Su trabajo es más importante que nunca en estos tiempos de crisis. Me uno a los obispos italianos en el llamamiento para que el agua sea salvaguardada como un bien común, cuyo uso debe respetar su destino universal.
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