Siete días con el Papa Francisco
Ciudad del Vaticano
La fiesta del Bautismo del Señor cierra las celebraciones de la Navidad y este domingo 8 de enero el Papa Francisco, debido a las medidas restrictivas, no impartirá el sacramento del Bautismo a los hijos de empleados vaticanos, como ha sido tradición.
La Epifanía del Señor
El miércoles 6, solemnidad de la Epifanía del Señor, el Papa presidió la Misa en la Basílica de San Pedro. En su homilía, el Pontífice invitó a los fieles a seguir la "escuela de adoración" de los magos llegados de Oriente a Belén para adorar al Hijo de Dios recién nacido. Y para ello Francisco ofreció tres claves que pueden ayudarnos en "nuestro viaje" hacia el crecimiento espiritual: "Levantar la vista, ponerse en camino y ver más allá de las apariencias".
A la hora del rezo del Ángelus en la Solemnidad de la Epifanía del Señor, el Papa Francisco recordó que también nosotros, como los Magos de Oriente que llegaron a Belén para adorar al Hijo de Dios, "estamos llamados a dejarnos siempre fascinar, atraer, guiar, iluminar y convertir por Cristo". "Es el camino de la fe, a través de la oración y la contemplación de las obras de Dios, que continuamente nos llenan de alegría y de asombro siempre nuevo", explicó el Pontífice.
En su alocución, el Santo Padre señaló que la salvación realizada por Cristo no conoce confines: "La Epifanía no es un misterio más, es siempre el mismo acontecimiento de la Natividad, pero visto en su dimensión de luz: luz que ilumina a cada hombre, luz que hay que acoger en la fe y luz que hay que llevar a los demás en la caridad, en el testimonio, en el anuncio del Evangelio".
El video del Papa: llamado a la fraternidad
El martes 5 de enero se publicó el video con la intención de oración del Papa. En él hace un llamado a la fraternidad: “La fraternidad nos lleva a abrirnos al Padre de todos y a ver en el otro un hermano, una hermana para compartir la vida o para sostenerse mutuamente, para amar, para conocer”.
El camino hacia la fraternidad que propone el Video del Papa parte de una apertura “al Padre de todos”, y en “ver en el otro un hermano, una hermana”. Esta misma idea también la había adelantado en su última Encíclica, Fratelli tutti: “Estamos convencidos de que ‘sólo con esta conciencia de hijos que no son huérfanos podemos vivir en paz entre nosotros’”. Para el Papa, las diferencias entre las personas que profesan distintas religiones o viven según otras tradiciones no deben impedir llegar a una cultura del encuentro, ya que después de todo, “somos hermanos que oramos”. En la búsqueda de este espíritu de fraternidad, Francisco llama también a no olvidar que, para los cristianos, “la fuente de la dignidad humana y de la fraternidad está en el Evangelio de Jesucristo”. En este sentido, pide a los creyentes volver a lo esencial de la fe: “la adoración a Dios y el amor al prójimo”.
La encarnación, oportunidad de intimidad con Dios
El pasado domingo 3 de enero, a la hora del rezo del Ángelus el Papa meditó acerca de las palabras del evangelista San Juan sobre la encarnación de Dios..."El verbo se hizo carne y habitó entre nosotros". El Pontífice explicó que, con este gesto, Dios desea comunicarse con la humanidad, establecer con nosotros una gran intimidad: "Quiere que compartamos con Él alegrías y penas, deseos y temores, esperanzas y tristezas, personas y situaciones. Hagámoslo, abrámosle nuestro corazón, contémosle todo", exhortó Francisco.
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