Escuchar el grito de los pobres que resuena en nuestro interior
Vatican News
El Papa Francisco recibió esta mañana audiencia a los directivos y voluntarios de FIDESCO, la Organización católica no gubernamental de solidaridad internacional. Su nombre se compone por las palabras “Fides” y “co”, para significar “fe y cooperación”. Y se ocupa de la implementación de proyectos de desarrollo en los países del sur del mundo, tras ser fundada hace 40 años, en 1981, por la Comunidad de Emmanuel. De hecho, FIDESCO envía voluntarios formados profesionalmente en respuesta a una necesidad o petición, que trabajan sin importar su religión, etnia o cultura, en una gran variedad de campos: educación, construcción, salud, agricultura, y también en dispensarios, campos de refugiados o centros para niños de la calle, además de otras realidades.
Peregrinación a las tumbas de los Apóstoles
En su discurso el Pontífice manifestó su complacencia al darles la bienvenida a estos queridos hermanos y hermanas, en el ámbito de la peregrinación a Roma con motivo del 40º aniversario de su fundación al servicio de la Iglesia y del desarrollo. Y tras agradecer a su Director las palabras de saludo y presentación, el Papa les recordó:
Desear, buscar y cuidar el bien de los demás
Glosando un párrafo de su Exhortación Apostólica Evangelii gaudium, sobre el anuncio del Evangelio en el mundo actual, el Papa les recordó que además de dejarse amar por Dios hay que “amarlo con el amor que Él mismo nos comunica, provoca en la vida de la persona y en sus acciones una primera y fundamental reacción: desear, buscar y cuidar el bien de los demás” (178). Y añadió:
Todo ser humano es un hermano o hermana
Además, al destacar que la Iglesia en estos días “entra en la gran meditación de la Pasión del Señor”, el Santo Padre les recordó que “el Cristo sufriente está presente en el pobre, en el excluido, en el enfermo y en el hambriento que lleva con Él el misterio de la cruz”. De manera que todos ellos se beneficiarán viviendo “plenamente este tiempo de la Pasión” para tomar de la fuente de su misma misión.
Acelerar la instauración del Reino de Dios
El Papa Francisco dio asimismo las gracias a FIDESCO, y agradeció al Señor el trabajo realizado en estos cuarenta años de servicio misionero, así como el testimonio dado de Cristo, que vino a salvar a todo el hombre y a todos los hombres. Y afirmó que su “acción solidaria se orienta, en efecto, hacia el desarrollo integral de las personas, hacia la atención no sólo de sus necesidades materiales, sino también de su integración social, de su crecimiento intelectual, cultural y espiritual, dando a cada uno su propia dignidad”.
Por último, el Santo Padre subrayó el crecimiento personal que puede aportar un compromiso, aunque sea temporal, en su asociación, tanto a nivel humano como a nivel de fe. Y les dijo que quienes se comprometen con sus misiones encuentran no sólo la oportunidad de abrirse al mundo y a las culturas, sino también los medios para responder a la misericordia de Dios. Y tras destacar, una vez más, la oportunidad que ofrecen, “especialmente a los más jóvenes, de crecer en fe y en humanidad” que “es digna de reconocimiento”, se despidió con estas palabras:
Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí