Ángelus del Papa: "Dios no se demuestra sino que se testimonia con la vida"
Ciudad del Vaticano
Tras haber celebrado, en la Solemnidad de los Santos Pedro y Pablo, la Santa Misa en la Basílica Vaticana con la bendición de los Palios para los nuevos arzobispos, el Papa Francisco rezó la oración mariana del Ángelus asomado desde la ventana del Palacio Apostólico.
Reflexionando sobre el Evangelio de hoy (Mt 16, 13-19), en el que Jesús lanza una cuestión crucial a sus discípulos haciendo la pregunta: «Y vosotros, ¿Quién decís que soy yo?», el Santo Padre explica que también nosotros estamos llamados a hacernos ese mismo planteamiento respondiendo en nuestro corazón, “¿Quién es Jesús para mí?”.
Jesús quiere estar al centro de nuestras vidas
El Pontífice señala que el Señor también pregunta a los discípulos: “¿Quién dice la gente que soy yo?” (cf. v. 13), y en este contexto marca la diferencia entre ambas cuestiones, una diferencia que para el Papa es fundamental en la vida cristiana, ya que "hay quienes se quedan en la primera pregunta, en las opiniones, y hablan de Jesús; y hay quienes, en cambio, le hablan a Jesús, ofreciéndole la vida, entrando en relación con él, dando el paso decisivo".
Francisco destaca que esto es, precisamente, lo que a Jesús le interesa "estar en el centro de nuestros pensamientos, ser el punto de referencia de nuestros afectos; ser, en definitiva, el amor de nuestra vida".
San Pedro y San Pablo se convirtieron en testigos
Y como ejemplo el Santo Padre cita a los Santos que celebramos hoy, Pedro y Pablo, quienes dieron este paso y se convirtieron en testigos.
Asimismo, el Papa pone en guardia sobre el riesgo de querer demostrar la existencia de Dios, solo mediante pareceres y opiniones, teniendo grandes ideas y deciendo palabras bonitas, pero nunca poniendo en juego nuestras vidas.
La importancia de testimoniar las caídas
Por otra parte, Francisco, puntualiza que al mirar la vida de Pedro y Pablo, puede surgir una objeción: "ciertamente fueron testigos, pero no siempre ejemplares: Pedro negó a Jesús y Pablo persiguió a los cristianos".
Sin embargo, asevera el Pontífice, aquí está el punto, porque ambos también testimoniaron sus caídas.
El Señor nos sigue interpelando cada día
Finalmente, el Papa recuerda que el Señor nos sigue interpelando cada día y que puede hacer grandes cosas a través de nosotros cuando somos transparentes con Él y con los demás:
Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí