El Papa anima a los participantes en la marcha por la paz Macerata-Loreto
Fausta Speranza - Ciudad del Vaticano
"La esperanza está ahí, la esperanza no defrauda": con estas palabras animó anoche el Papa Francisco – en la ya tradicional llamada telefónica a Monseñor Giancarlo Vecerrica – a quienes participaron – virtualmente a causa de la pandemia – en la marcha que desde hace más de 40 años se realiza desde Macerata a Loreto, en Italia, para invocar por la paz. "Una llamada que llega a todo el mundo", dijo Monseñor Giancarlo Vecerrica, Obispo emérito de Fabriano-Matelica y creador y alma de la Peregrinación Macerata-Loreto, expresando su alegría al escuchar el aliento del Papa.
El camino un reflejo de la vida
El Papa Francisco se dirigió a los que se pusieron en marcha anoche, "en un viaje virtual, pero en un viaje", subrayando que "el viaje es siempre un reflejo de la vida" y formulando una pregunta: "Cada uno de nosotros puede preguntarse: ¿pero estoy caminando con esperanza, o estoy caminando sin saber lo que hago? ¿Camino por la vida o doy vueltas, vueltas, vueltas, o no sé a dónde voy...? ¿Mi vida camina hacia el horizonte -es decir, con esperanza- o mi vida es un paseo, sin saber hacia dónde va... O mi vida está en el laberinto, dando vueltas, y no puede salir adelante?"
La esperanza y el otro
Monseñor Vecerrica preguntó al Papa Francisco: “¿cómo no desperdiciar este drama que estamos viviendo en el mundo?", refiriéndose a la pandemia.
El Papa Francisco respondió diciendo: "Les diré lo que estoy viviendo, a todos ustedes...". Recordó que "la esperanza nunca defrauda" y habló del viaje, del horizonte y de la cercanía al otro. "Caminar hacia el horizonte: eso es la esperanza", dijo Francisco, subrayando que "el secreto para poder caminar bien es mirar el horizonte, sí, pero no caminar solo: caminar con los demás, ayudándonos unos a otros, unos a otros, ayudándonos en el camino, permaneciendo unos con otros, y ayudando a los demás, y en los momentos difíciles, dando esperanza: esa esperanza que yo tengo, y cuando la pierdo, que otro me ayuda a encontrarla de nuevo".
El aliento
"Camina hoy, querido hermano, querida hermana, camina y camina, mira el horizonte": fueron las palabras del Papa que afirmó: "Y me acuerdo de lo que dije en otra ocasión, que decía San Agustín...: "¡Canta y camina!", subrayando que "si eres capaz de cantar es porque tienes alegría en el corazón, y cuando tienes alegría en el corazón, caminas hacia la esperanza".
La bendición
"¡Estaré cerca de ti! - aseguró el Papa - ¡Que Dios los bendiga a todos! Les daré mi bendición a todos". Y luego añadió: "Que la Virgen los proteja. Y por favor, recen por mí esta noche, reza. Que el Señor te acompañe. Bravo".
En su agradecimiento, Monseñor Vecerrica dijo: "Queremos imitar su vida, que es un camino: nos ponemos en marcha con el corazón, con el espíritu y con todo nosotros, y juntos. Gracias".
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