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Imagen de archivo: Basílica de San Pedro. Imagen de archivo: Basílica de San Pedro.

Capítulo de San Pedro: al centro la oración y la atención pastoral

El Papa Francisco ha aprobado las Normas Transitorias para el Capítulo Vaticano de cara a la reforma de esta institución milenaria: el objetivo es destacar el servicio litúrgico y pastoral de los canónigos en la Basílica.

Hoy, en la memoria litúrgica de San Agustín, el Papa Francisco ha aprobado las Normas Transitorias para el Capítulo de San Pedro del Vaticano que entrarán en vigor el 1 de octubre. El objetivo es impulsar el inicio de la reforma de esta antigua institución, cuyo Estatuto está siendo revisado. En particular, se pretende relanzar el "servicio de animación litúrgica y pastoral" que hasta ahora realizaban los canónigos en la Basílica Vaticana, principalmente los domingos y días festivos.

Las nuevas normas

Según las nuevas normas, los canónigos, (que rondan unas 30 personas) recibirán "un emolumento capitular no acumulable con otras comisiones u otras remuneraciones por los servicios prestados en la Curia Romana y en otras instituciones relacionadas con la Santa Sede". Este será también el caso de los coadjutores del Capítulo, que desempeñan su labor en las celebraciones litúrgicas, en los trabajos pastorales y en otras tareas.

"La administración y gestión de las actividades económicas relacionadas con el Museo del Tesoro y la venta de objetos religiosos" se encomendará a la Fábrica de San Pedro, "que contrata a todos los empleados del Capítulo".

Asimismo, el Capítulo continuará conservando y administrando "el patrimonio inmobiliario y financiero actualmente existente y las relativas anualidades". También se establece que los emolumentos de los canónigos y asistentes en servicio "serán pagados por la Fábrica".

Una historia milenaria

El Capítulo de la Basílica Papal de San Pedro en el Vaticano está formado por un colegio de sacerdotes nombrados por el Papa como canónigos, así como por coadjutores. Tiene una historia milenaria. Se estableció como institución en 1053 con una bula de San León IX que confirmaba una realidad ya presente desde hace siglos en la basílica constantiniana con el servicio litúrgico y de oración realizado por monjes pertenecientes a varios monasterios. A partir del pontificado del Papa Eugenio IV (1145-1153) el Capítulo se transformó gradualmente en una comunidad autónoma, pasando de una estructura monástica a una canónica.

Los compromisos del Capítulo

Desde el principio, las actividades del Capítulo abarcaron diversos campos: desde el litúrgico hasta el administrativo, gestionando el patrimonio de la Basílica y sus iglesias filiales; desde el pastoral, con el cuidado del barrio del Borgo, hasta el lado caritativo, con diversos servicios asistenciales. Desde el siglo XVI, cuando se inició la construcción de la nueva basílica, la historia del Capítulo se entrelazó con la de la Fábrica de San Pedro, dos instituciones distintas, pero unidas en la persona del arcipreste.

Redescubrir el ministerio de la oración

En los últimos decenios -como señaló Benedicto XVI al reunirse con los canónigos el 7 de octubre de 2007- "la actividad del Capítulo en la vida de la basílica vaticana se ha orientado progresivamente hacia el redescubrimiento de sus verdaderas funciones originales, consistentes sobre todo en el ministerio de la oración (...) Esta es la naturaleza propia del Capítulo vaticano y la contribución que el Papa espera de vosotros: Recordar con vuestra presencia orante en la tumba de Pedro que nada debe anteponerse a Dios; que la Iglesia está totalmente orientada a Él, a su gloria; que el primado de Pedro está al servicio de la unidad de la Iglesia y que ésta, a su vez, está al servicio del designio salvador de la Santísima Trinidad." La actual reforma forma parte de este camino. 

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28 agosto 2021, 12:13