El Papa abraza a un grupo de familias que huyeron de Kabul
Giampaolo Mattei - L'Osservatore Romano
El anillo y la túnica. Así se presentó Pary Gul ante Francisco esta mañana, entregándole su anillo -en recuerdo de su marido "tragado" por el terror talibán- y la túnica "que relata una vida de sufrimiento". Ante la audiencia general en el Aula Pablo VI, el Papa aceptó el regalo del anillo con una condición: que Pary Gul lo conservara como prenda de amistad y signo de esperanza. Y la mujer mostró su esperanza en los ojos de sus tres hijas -Adila, Robina y Setara- y de su hijo Nasim. Tienen entre 25 y 14 años. Fueron las niñas -con los SOS lanzados a través de los teléfonos inteligentes- las que hicieron posible su huida escalonada de Kabul. Finalmente llegaron a sus nuevos hogares en la zona de Bérgamo, donde podrán reiniciar sus vidas. Gracias a una red de solidaridad -coordinada por el escritor Alì Ehsani, que huyó de Kabul hace años escondiéndose bajo un camión y viendo morir a su hermano por el camino- y a la fundación Meet Human.
Tres familias cristianas lograron escapar: 14 personas, 8 mujeres y 6 hombres. Siete son menores (y todos con un dibujo hecho especialmente para el Papa). El más pequeño, Eliyas, sólo tiene un año y fue trasladado de urgencia al hospital a su llegada a Italia para tratar una grave infección. Ahora está bien.
La historia que las tres familias presentaron al Papa es impresionante por su crudeza. Y tiene implicaciones de dolor. El hecho de ser cristianos provocó una denuncia contra ellos en cuanto los talibanes entraron en Kabul. "Mi marido fue despedido y luego detenido, y desde entonces no sabemos nada de él", dice Pary Gul, de 57 años, cuyo apellido es Hasan Zada. "Permanecimos en el sótano encerrados durante cuatro días y cuatro noches por miedo a ser detenidos, probablemente alguien nos denunció por ser cristianos", confiesan.
Gholam Abbas y su esposa Fátima -ambos de 32 años- también consiguieron salir de Kabul con sus hijos Safa Marwah (9 años) y Muhammad Yousouf (4 años). Zamin Ali (35) y Seema Gul (34) también estaban con ellos, junto con sus hijos Maryam (11), Ali Reza (8) y el pequeño Eliyas.
Hermanos afganos es el lema de la campaña humanitaria que la fundación Meet Human ha decidido llevar a cabo en Afganistán con la colaboración de instituciones civiles y militares italianas. Una hermandad que se plasma inmediatamente en el apoyo concreto prestado a las tres familias para establecer relaciones, encontrar trabajo y obtener una educación. En resumen, para volver a la vida. Guardando "el anillo del Papa".
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