El Papa concede la comunión eclesiástica al Patriarca de Cilicia de los Armenios
Renato Martinez - Ciudad del Vaticano
“Como Sucesor del Apóstol Pedro, llamado a confirmar a los hermanos en la fe, le concedo de buen grado la comunión eclesiástica solicitada, según la Tradición y las normas vigentes, transmitiéndole mi abrazo de paz y mi bendición apostólica”, lo escribe el Papa Francisco en la Carta dirigida a Su Beatitud Raphaël Bedros XXI Minassian, nuevo Patriarca de Cilicia de los Armenios, elegido recientemente por el Sínodo de los Obispos, en la que le concede la comunión eclesiástica.
Debemos caminar hacia el Crucificado y el Resucitado
En su Misiva, el Santo Padre manifiesta el deseo de unirse a la alegría de los hijos e hijas de esa Iglesia y de la Iglesia universal, que tanto han acompañado con sus oraciones a los Obispos reunidos en el Sínodo primero en el Líbano, a comienzos del verano, y en estos días en Roma, en el Pontificio Colegio Armenio. “La elección de Su Beatitud – señala el Papa – ha tenido lugar en un momento en el que las personas están especialmente probadas por diversos retos. Pienso en los sufrimientos de Siria y del Líbano -países en los que está presente la Iglesia de Cilicia de los Armenios-, así como en la pandemia, que en muchas partes del mundo está aún lejos de ser superada. Todos los hombres de buena voluntad, especialmente los cristianos, están llamados a ser vecinos y hermanos, superando la indiferencia y la soledad”.
Inagotable capacidad de florecer y dar frutos
Asimismo, el Papa Francisco expresa en su Carta la fuerza que tiene el pueblo armenio para superar las dificultades con su inagotable capacidad de florecer. “Conocemos al pueblo armenio como experto en el sufrimiento, por las numerosas pruebas a lo largo de los más de 1.700 años de historia cristiana, pero también por su inagotable capacidad de florecer y dar frutos, a través de la santidad y la sabiduría de sus santos y mártires, la cultura de sus doctores y pensadores, el arte que sabe tallar en la roca el signo de la Cruz como un árbol de la vida, testigo de la victoria de la fe sobre toda fuerza adversa en el mundo”.
La Iglesia involucrada en las vivencias del pueblo armenio
En este sentido, el Pontífice alienta al nuevo Patriarca a guiar esta Iglesia que está plenamente involucrada en las vivencias del pueblo armenio, custodiando su memoria y sus tradiciones, y al mismo tiempo está profundamente vinculada al Sucesor del Apóstol Pedro: “Le encomiendo el cuidado de las jóvenes generaciones, la promoción de las vocaciones, la sabia armonía que debe saber encontrar entre las diferentes instancias de vuestra comunidad, como las Hermanas de la Inmaculada Concepción, la Congregación Mekhitarista y el Instituto del Clero Patriarcal de Bzommar, así como muchos de vuestros hijos e hijas que se formaron y viven en el seno de la Iglesia latina, pero son muy conscientes de su pertenencia armenia”.
Muestren el camino de la auténtica fraternidad y diálogo
Finalmente, el Santo Padre encomienda al nuevo Patriarca y a todo el pueblo armenio a la intercesión de “la Santísima Madre de Dios y los santos de vuestra tradición, especialmente San Gregorio de Narek, a quien tuvo la alegría de proclamar Doctor de la Iglesia: que nos muestren sobre todo el camino de la auténtica fraternidad y del diálogo ecuménico con nuestros hermanos de la Iglesia Apostólica Armenia”. Que la Iglesia Patriarcal de Cilicia de los Armenios, guiada por Su Beatitud junto con los Obispos del Sínodo, concluye el Papa, siga avanzando en estas primeras décadas del tercer milenio.
Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí