El Papa en Eslovaquia: religiones deben unirse en la contemplación y la acción
Ciudad del Vaticano
Francisco inicia su visita a Eslovaquia, este domingo por la tarde encontrando a los miembros del Consejo Ecuménico de las Iglesias en la Nunciatura Apostólica. En la reunión participan representantes de las once Iglesias miembros del Consejo Ecuménico.
Unidad y fraternidad
El Papa Francisco expresó, al inicio de su alocución, su alegría por este encuentro: “es un signo de que la fe cristiana es —y quiere ser—semilla de unidad y levadura de fraternidad en este país”.
El Papa Francisco recordó los pasados años de dominación soviética, los tiempos de persecución “cuando la libertad religiosa fue sofocada o duramente reprimida”.
El Papa puso en evidencia los nuevos tiempos que vive el país, que tras la caída del Telón de Acero volvió la libertad, dijo. "Ahora estáis compartiendo una experiencia similar de crecimiento en la que estáis llegando a descubrir lo hermoso, pero también lo difícil que es vivir vuestra fe en libertad".
El peligro de volver a la esclavitud
Francisco advirtió a los eslovacos contra la tentación de volver a una esclavitud peor: “una esclavitud interior”.
El Papa citó un pasaje de la “"Leyenda del Gran Inquisidor" de Dostoievski en Los Hermanos Karamazov, en la que Jesús vuelve a la tierra y es encarcelado de nuevo. El inquisidor que interroga a Jesús le acusa de sobrevalorar la libertad humana, diciendo que la gente prefiere trocar su libertad por "una esclavitud más cómoda".
Francisco hace un llamamiento a los cristianos para que no caigan en esta misma trampa de cambiar la libertad por "pan y poco más", es decir, "espacios y privilegios." Así el Papa afirma: “que no nos pase esto; ayudémonos a no caer en la trampa de contentarnos con pan y poco más. Porque este riesgo sobreviene cuando la situación se normaliza, cuando nos estabilizamos y nos acostumbramos, aspirando a mantener una vida tranquila”.
“La libertad del hermano y de la hermana es también nuestra libertad, porque nuestra libertad no es plena sin él y sin ella”.
Seguidamente el Papa cuestiona: "Aquí, desde el corazón de Europa, podemos preguntarnos: ¿hemos perdido los cristianos algo de nuestro celo por la predicación del Evangelio y por el testimonio profético? ¿La verdad del Evangelio nos hace libres?".
Hermanos en Jesús
El Papa Francisco recordó el celo evangelizador de los santos Cirilo y Metodio, conocidos como los "Apóstoles de los eslavos". Ellos pueden ayudar a los cristianos eslovacos a redescubrir la comunión fraterna en el nombre de Jesús, y a poner la libertad religiosa e interior en el centro de las relaciones entre las distintas confesiones.
El Papa añadió que es imposible esperar una Europa influenciada por el Evangelio si los cristianos no están unidos entre sí.
"Que los santos Cirilo y Metodio, 'precursores del ecumenismo'", dijo, "nos ayuden a hacer todos los esfuerzos para trabajar por una reconciliación de la diversidad en el Espíritu Santo".
Dos sugerencias: contemplación y acción
El Papa ofreció dos sugerencias para ayudar a renovar la libertad y la fe de los cristianos eslovacos: la contemplación y la acción.
La contemplación, dijo, es un "rasgo distintivo de los pueblos eslavos", que puede ayudarles a redescubrir la "belleza del culto a Dios" y a superar un enfoque estrecho en la "eficiencia organizativa".
La acción, añadió el Papa, complementa la contemplación, y lleva a los cristianos a unirse bajo la causa compartida de asistir a los pobres y marginados. "Compartir las obras de caridad puede abrir horizontes más amplios y ayudarnos a avanzar más en la superación de prejuicios e incomprensiones", dijo.
Unidad en la Eucaristía y en el servicio a los débiles
El Papa finalizó su alocución expresando su deseo de que todos los cristianos puedan reunirse un día en torno a la mesa eucarística del Señor y dijo: “Será un signo más evocador que muchas palabras, que ayudará a la sociedad civil a comprender, especialmente en este período de sufrimiento, que sólo estando de parte de los más débiles todos saldremos en verdad de la pandemia”.
Francisco agradeció la presencia de los asistentes y les animó a “seguir adelante en el camino ecuménico, tesoro valioso e irrenunciable”.
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