El Papa en Eslovaquia: Un regalo de los fieles
Por Lydia O'Kane - Bratislava
Al entrar en la catedral de San Martín, en pleno centro de Bratislava, es imposible pasar por alto la imponente escultura de bronce que figura entre los mayores tesoros artísticos de la capital.
Se titula "San Martín y el mendigo" y está colocada sobre un pedestal de mármol en el lado derecho de la nave, en la esquina sureste de la catedral.
La obra, que representa a San Martín sentado en un caballo, con una espada en la mano, e inclinándose hacia un mendigo para darle un trozo de su capa, es obra del escultor austriaco Georg Raphael Donner, que la terminó en 1735.
Su mensaje de caridad y misericordia refleja el de los Evangelios
San Martín se ha convertido en uno de los santos más populares de Europa. Procedía de una familia pagana, pero se convirtió en un soldado y en un cristiano filántropo.
Por ello, parece adecuado que el Papa Francisco, que ha hecho de la atención a los pobres y marginados una de las piedras angulares de su pontificado, reciba una reproducción en miniatura de esta escultura durante una visita el lunes por la mañana a la catedral de San Martín, donde también se dirigirá a sacerdotes y religiosos.
La obra, realizada por Francesco Ciardiello, es un regalo de los fieles de Eslovaquia a un Papa que nos pide que no "identifiquemos la limosna con la simple moneda ofrecida a toda prisa, sin mirar a la persona y sin detenernos a hablar, para comprender lo que realmente necesita".
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