El Papa a Peregrinación Nacional de las Familias: la alegría en el compartir
Ciudad del vaticano
El Papa Francisco dirige un mensaje a los participantes en la XIV Peregrinación Nacional de las Familias por la Familia, tanto de forma presencial como a través de los medios de comunicación. Igualmente saluda a los promotores del evento, a la Oficina Nacional de Pastoral Familiar de la Conferencia Episcopal Italiana y al Foro Nacional de Asociaciones Familiares. A todos ellos les dijo: “Gracias por el testimonio de comunión y alegría con el que decís al unísono que "la familia está viva".
“Sé que estáis reunidos bajo la mirada de María en 20 santuarios marianos de 19 regiones de Italia, y también en Suiza. Miles de familias, en la oración, muestran hoy el rostro luminoso de la fe en Jesucristo, en un tiempo abrumado por tantas dificultades, sufrimientos y nuevas pobrezas”, dijo el Papa.
Igualmente les animó por los esfuerzos que realizan para llegar al mayor número de personas posible, “para convertirse en un signo vivo de la Amoris laetitia que brota del Evangelio de la familia”.
Buscar la alegría en el encuentro, en el compartir
El tema de la peregrinación expresa claramente una opción fundamental: "En comunión... ¡alegría!", dice Francisco, quien desarrolla esta opción poniendo en evidencia los ámbitos donde se tiene que mostrar la alegría:
buscar no la alegría "consumista e individualista", que "sólo lastra el corazón", sino "esa alegría que se vive en comunión, que se comparte y se participa, porque "somos más dichosos en dar que en recibir" (Hch 20,35) y "Dios ama al que da con alegría" (2 Co 9,7)". En efecto, "el amor fraterno multiplica nuestra capacidad de alegría, porque nos permite alegrarnos del bien de los demás" (cf. Exhortación apostólica Gaudete et Exsultate, 128).
Construir una familia viva, fuerte y unida
El Papa subrayó aquellos elementos que permiten a la familia crecer y consolidarse. En primer lugar, “la familia está viva si está unida en la oración”. En segundo lugar, “la familia es fuerte, si redescubre la Palabra de Dios y el valor providencial de todas sus promesas”. En tercer lugar, “la familia es generosa y construye la historia si permanece abierta a la vida, si no discrimina y sirve a los más débiles y necesitados, si no deja de ofrecer al mundo el pan de la caridad y el vino de la fraternidad”.
Los elementos antes enumerados son parte de un camino a recorrer, de un camino de vida, por eso anima “a recorrer juntos este camino y a colaborar así en la preparación, ante todo con la oración, del X Encuentro Mundial de las Familias, que se celebrará en Roma del 22 al 26 de junio de 2022, pero al mismo tiempo también en las comunidades diocesanas de todo el mundo”.
El mensaje concluye con la invitación a rezar la oración oficial del encuentro:
Padre Santo,
estamos aquí ante ti
para alabarte y agradecerte
por el gran regalo de la familia.
Te pedimos por las familias consagradas en el sacramento del matrimonio,
para que redescubran cada día la gracia que han recibido
y, como pequeñas Iglesias domésticas
sepan dar testimonio de tu Presencia
y del amor con el que Cristo ama a la Iglesia.
Te pedimos por las familias
que atraviesan por dificultades y sufrimientos
por la enfermedad, o los trabajos que sólo tú conoces:
apóyalos y concientízalos
sobre camino de la santificación al que los llamas,
para que experimenten tu infinita misericordia
y encuentren nuevas formas de crecer en el amor.
Te pedimos por los niños y jóvenes
para que se encuentren contigo
y respondan con alegría a la vocación que has planeado para ellos;
por los padres y abuelos,
para que sean conscientes
de que son un signo de la paternidad y maternidad de Dios
en el cuidado de los hijos que, en carne y en espíritu,
Confías en ellos;
por la experiencia de la fraternidad
que la familia puede dar al mundo.
Señor, haz que cada familia
puedan vivir su vocación a la santidad en la Iglesia
como una llamada a ser protagonista de la evangelización,
al servicio de la vida y la paz,
en comunión con los sacerdotes y todo estado de vida.
Bendice el Encuentro Mundial de las Familias.
Amén.
Confío su compromiso a Dios para que lo sostenga y lo haga fructífero. Y les pido a todos que recen por mí. ¡Feliz peregrinación!
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