El Papa y el gran Imán, en un libro el camino hacia la firma del Documento de Abu Dabi

VATICAN NEWS

El libro El Papa y el Gran Imán. El camino espinoso, es una crónica precisa de los pasos dados para llegar a la redacción, puesta en común y firma en Abu Dabi del histórico Documento sobre la Fraternidad Humana. El volúmen, publicado por la casa editorial San Paolo, lleva la importante firma de Mohammad Abdulsalam, juez del Consejo de Estado egipcio y, durante más de nueve años, asesor legal del Gran Imán Ahmed Al-Tayyeb. Hoy es Secretario General del Comité de la Fraternidad Humana, instituido tras la firma de la Declaración Conjunta.

Testigo directo

El juez Abdulsalam, miembro del Centro de Diálogo Interreligioso de Al-Azhar, ha sido testigo presencial, a veces incluso ocular, del desarrollo de las relaciones cada vez más respetuosas y amistosas entre Francisco y Al-Tayyeb, a través de encuentros informales, visitas de cortesía y audiencias. La última, esta mañana, en el Palacio Apostólico tras el encuentro en el Vaticano "Fe y Ciencia. Hacia la Cop26".

El autor colaboró y asistió personalmente la intensificación del diálogo y la comprensión mutua entre los dos líderes religiosos y relata la génesis de la idea de una conferencia sobre la fraternidad universal y un documento que se firmaría conjuntamente ante el mundo. El evento tuvo lugar el 4 de febrero de 2019, en el marco del viaje del Papa a los Emiratos Árabes Unidos, que inició un proceso de reconstrucción de las relaciones entre musulmanes y cristianos.

El prefacio del Papa

El libro también destaca el papel desempeñado por los Emiratos Árabes Unidos (EAU) en el apoyo a la iniciativa tomada por los dos líderes religiosos, como contribución al diálogo entre musulmanes y cristianos y a la paz en el mundo. El libro de la casa editorial San Paolo está prologado por el gran imán y el Papa Francisco, que recuerda en su texto que "el camino de la fraternidad es común, largo y difícil, pero es el ancla de la salvación para nuestra humanidad". "Los verdaderos creyentes -escribe el Papa- son los que protegen los derechos de los demás con la misma fuerza con la que defienden los suyos, porque el único extremismo que un creyente puede aceptar es el del amor".