"Dilecti filii..." hace 60 años Juan XXIII inauguró las emisiones de radio para África
Salvatore Cernuzio - Ciudad del Vaticano
"Venerabiles Fratres et dilecti filii ex Africae oris. Fausto hoc die, ex quo Radiophonica Vaticana Statio, novis susceptis incrementis, frequentiores nuntios Africanis populis mittendos curabit".
Con un mensaje radiofónico en latín, pronunciado con voz clara y un tono que mostraba la emoción por una iniciativa que abría un canal directo con esta parte del mundo, el Papa Juan XXIII anunciaba hace sesenta años a las naciones de África el inicio de las transmisiones diarias al Continente. Una verdadera ceremonia, anunciada la víspera, el domingo 5 de noviembre, durante el Telediario de la Radio y celebrada el lunes 6, a las 11 horas, en el Centro de Radiodifusión de Santa Maria di Galeria, con el Coro San Gabriel interpretando el Salmo 18 "Coeli enarrant" y "Christus vincit", y el saludo del Cardenal Joseph Frings, Arzobispo de Colonia.
El don de Colonia
Unos minutos antes, en el mismo Centro de Transmisión, el cardenal había bendecido el nuevo transmisor de onda corta Telefunken de 100 kW ofrecido por los fieles de la archidiócesis alemana. Un regalo, con motivo del jubileo sacerdotal, destinado "a la más noble finalidad del apostolado misionero", como escribió el Papa en un telegrama al cardenal, agradeciéndole el "celo" con el que coordinó las actividades en favor de las misiones católicas, "prestando especial atención a los pueblos de África" por los que mostró "tan atento interés". Al final del mensaje radiofónico del Pontífice, Frings también dirigió un saludo a los pueblos de África.
Emisiones en cinco idiomas
Otro saludo, el del entonces director de Radio Vaticano, el jesuita Padre Antonio Stefanizzi, concluyó la ceremonia de apertura anunciando el inicio de las emisiones diarias regulares para África en inglés, francés, portugués, árabe y swahili.
El mensaje de la radio: grandes esperanzas para África
En su mensaje radiofónico en latín, saludando a los "queridos hijos del continente africano", Juan XXIII reiteró sus "sentimientos de particular buena voluntad hacia vuestra tierra y hacia los pueblos que la habitan, en los que están puestas grandes esperanzas". "No son pocos los lazos que nos unen a los queridos pueblos de África, y los conservamos con profunda alegría entre los recuerdos más entrañables de nuestro corazón", dijo el Papa, utilizando el plural maiestatis, todavía en uso en los discursos formales y escritos. El Pontífice de Sotto il Monte dio espacio en su mensaje a los recuerdos personales: desde su adolescencia, durante la cual conoció a "eminentes personalidades sinceramente amigas y beneméritas de África", hasta su viaje de 1950 al norte de África, "donde el cielo y la tierra brillan en toda su belleza". Los recuerdos del Papa incluyen también encuentros con numerosos representantes del continente en París y Roma, "cumbre y centro de la Iglesia católica", así como la ordenación episcopal de obispos africanos.
"Con el alma llena de estos recuerdos, nos dirigimos a vosotros, superando inmensas distancias, y os hablamos, como si estuviéramos en medio de vosotros, para expresaros de corazón nuestros buenos deseos", fue el deseo del Papa. "Que la felicidad verdadera y estable florezca en vuestras familias y en vuestras naciones [...] que los jóvenes crezcan en el respeto a la rectitud y a la justicia, y que sus energías físicas se enriquezcan con los dones del alma; que todas las clases sociales se esfuercen por favorecer y promover, con un compromiso constante, el bienestar de su país". Para todos los pueblos, el Papa Roncalli invocó "el don celestial de la paz" para que, "restablecida la seguridad tranquila en todas partes, podáis disfrutar en abundancia de los frutos de la alegría, la paz y la verdadera libertad".
L'Osservatore Romano informa
En su edición del 6 al 7 de noviembre, L'Osservatore Romano publicó la noticia en su portada con el título "Los pueblos de África en el corazón del Papa". Inmediatamente después apareció una foto del Pontífice sosteniendo el texto del mensaje radiofónico y una copia de la nota autógrafa del Papa Roncalli en latín, que decía: "Nunca se borrará de nuestra memoria el recuerdo de aquellos días en los que conferimos personalmente la plenitud del sacerdocio a no pocos obispos africanos: cuando les dimos el beso de la paz. Nos parecía que estábamos abrazando y besando a todos los pueblos de África". "El contenido apostólico de las palabras del Santo Padre, a través de los espacios, fortalece y reconforta a quienes en el gran y antiguo Continente miran con confianza a Roma", subraya el diario de la Santa Sede. El 8 de noviembre, informó de una crónica precisa y algunas fotografías del evento.
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