Fraternidad es ensuciarse las manos en las periferias del mundo como Jesús
Vatican News
Antes de celebrar la Audiencia general, el Santo Padre recibió esta mañana a los representantes del Fondo Mundial de Solidaridad a quienes les habló espontáneamente, tras entregarles el discurso que había preparado para esta ocasión. Al agradecer este encuentro, el Papa les dijo que le gusta que la gente esté en las fronteras, en las periferias. “Simplemente porque Jesús fue a las periferias” para mostrar el Evangelio.
El Pontífice prosiguió explicando que “la cercanía es el estilo de Dios”, tal como se desprende de algunas expresiones religiosas independientemente que provengan de congregaciones religiosas o de cristianos que se separan para mantener la fe. Aquí dijo que se trata de una “reedición del fariseísmo más antiguo”. “Porque ellos quieren tener un alma limpia, pero con esta actitud, quizá tengan el alma limpia, pero su corazón está sucio de egoísmo”.
Con los descartados de la sociedad
Además, el Pontífice los animó a “ir a las periferias, a encontrar a la gente que no cuenta, a los descartados de la sociedad”, en esta “cultura del descarte” que estamos viviendo, porque es precisamente allí donde hay que ir como lo hizo Jesús.
En cuanto a los migrantes a los que hay que “acoger, acompañar, promover e integrar”, el Santo Padre reafirmó que este camino de integración en la sociedad. “No es una obra de beneficencia, con los migrantes, dejarlos allí. No. Es tomarlos e integrarlos, con la educación, con la inserción laboral, con todas estas cosas”.
Integrar a los migrantes
Por otra parte, el Obispo de Roma recordó la tragedia acaecida en el aeropuerto de Zaventem protagonizada por un grupo de jóvenes belgas hijos de inmigrantes, no integrados, metidos en guetos (se trata del atentado en el aeropuerto de Bruselas que dejó once muertos reivindicado por el autodenominado Estado Islámico, ndr.). Y manifestó que “un migrante no integrado está a medio camino”. “Es peligroso para él, pobrecito, porque siempre será un mendicante. También es peligroso para todos”. Integrarse, dijo Francisco, no hay que considerar a los migrantes “como una piedra en el zapato”, que es molesto.
Ver las propias raíces
Para comprender a los migrantes, el Papa dijo que debemos vernos a nosotros mismos. De ahí necesidad de mirar siempre las raíces. En cuanto a la situación en Europa, el Santo Padre invitó a mirar su realidad, es decir, que fue hecha por los migrantes; “y hoy, para un desarrollo serio”, dijo, “necesita a los migrantes”. Habló asimismo del “invierno demográfico, en el que no hay niños, en el que el futuro es cada vez más estrecho”, de ahí la necesidad de “¡que venga esa buena gente, pero hay que integrarla! Intégralos. Y por esta razón les agradeció lo que hacen en su organización con ellos. “No es una limosna no, es la fraternidad”.
Un nuevo tipo de economía
Aludiendo a su título les dijo que también buscan un nuevo tipo de economía. Y añadió textualmente:
Una economía cristiana
Al respecto el Papa ofreció el ejemplo de Estados Unidos, donde algunas mujeres dieron un paso adelante al pensar en la economía.
Una economía más enraizada en el pueblo
Hacia el final de sus palabras el Santo Padre los invitó a buscar “nuevas expresiones de la economía de este tiempo”, tras haber mencionado a la economista y profesora italiana Mariana Mazzucato, que es hija de migrantes en Estados Unidos. Mientras en cuanto a Inglaterra destacó la presencia de otra mujer, junto a una serie de hombres que piensan en “una economía más enraizada en el pueblo”.
Por último, el Papa Francisco los animó con estas palabras: “Adelante, ensúciense las manos. Asuman riesgos. Y miren las tantas periferias: el sudeste asiático, parte de África, parte de América Latina. Muchas periferias, muchas, que hieren el corazón. Gracias por su trabajo. Y recen por mí, por favor. Pero recen a favor, no en contra. Gracias”.
Palabra clave “solidaridad” en el discurso entregado por el Papa
"Su nombre, Fondo Mundial de Solidaridad, se centra en una palabra clave: solidaridad. Es uno de los valores centrales de la doctrina social de la Iglesia. Pero para que se concrete, debe ir acompañada de la cercanía y la compasión hacia el otro, la persona marginada, hacia el rostro del pobre y del migrante".
Crear una economía más inclusiva
Además, el Santo Padre destaca en su discurso que la composición de su grupo con el que en esta ocasión representan al Fondo Mundial de Solidaridad es “significativa”, puesto que “pertenecen a ámbitos muy diferentes”.
Integración y trabajo para los migrantes
En la conclusión de su discurso entregado el Pontífice les agradece los dones que le entregaron de parte de los migrantes que participan en sus programas en Colombia y Etiopía. Y los anima a seguir avanzando “en este compromiso de apoyo a los migrantes y a las personas más frágiles, poniendo en común sus talentos”.
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