Francisco: “No olvidemos las otras guerras”
Sebastián Sansón Ferrari – Ciudad del Vaticano
“Hay otros numerosos conflictos en curso en el mundo que reciben poca o ninguna atención, especialmente de los medios”. Así se expresa el Papa Francisco ante los nuevos embajadores no residentes de Pakistán, Qatar, Emiratos Árabes Unidos ante la Santa Sede, a quienes recibió en la mañana de este jueves 19 de mayo en el Vaticano.
“Somos una única familia humana y el grado de indignación expresado, el apoyo humanitario ofrecido y el sentido de fraternidad experimentado por aquellos que sufren no debe basarse en la geografía en el interés personal”, consideró. En este sentido, recordó el punto 125 de su encíclica Fratelli tutti, en el que afirma que “si toda persona tiene una dignidad inalienable, si todo ser humano es mi hermano o mi hermana, y si en realidad el mundo es de todos, no importa si alguien ha nacido aquí o si vive fuera de los límites del propio país.
Esto no vale solo para la guerra y los conflictos violentos -aclaró-, sino también para las otras situaciones de injusticia que afligen a la familia humana: el cambio climático, la pobreza, la hambruna, la falta de agua potable, el acceso a un trabajo respetuoso y a una educación adecuada, solo por citar algunas.
El compromiso de la Santa Sede con la paz
El Pontífice insistió en el rol del Vaticano a favor de la paz, que “continúa trabajando a través de numerosos canales para favorecer soluciones pacíficas en situaciones de conflicto y para aliviar el sufrimiento causado por otros problemas sociales”. Lo hace -reconoció Francisco- con la convicción de que los problemas sociales que implican a toda la familia humana requieren una respuesta unitaria por parte de la comunidad internacional, en la que cada miembro desempeñe su papel.
“Saben que la guerra es siempre una derrota para la humanidad”
El Sucesor de Pedro les recordó que la guerra “es contraria al importante servicio que desarrollan buscando construir una cultura del encuentro a través del diálogo y animando a la comprensión recíproca entre los pueblos, así como defendiendo los nobles principios del derecho internacional”.
No es, para nada, un servicio fácil, el de ustedes, pero quizá las situaciones de desigualdad y de injusticia de las que somos testigos en el mundo de hoy nos ayudan a apreciar aun más vuestro trabajo. No obstante los desafíos y los contratiempos, no debemos nunca perder la esperanza en los esfuerzos tendientes a construir un mundo en el que prevalezcan la fraternidad y la comprensión recíproca y los desacuerdos sean resueltos con medios pacíficos.
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