No podemos prescindir del carisma de San Camilo de Lellis
Vatican News
Al dar su bienvenida a los queridos hermanos de la de la Orden de los Ministros de los Enfermos (Camilos), con motivo de su Capítulo General, el Santo Padre agradeció, ante todo, las palabras que le dirigió el nuevo Superior General, a quien le deseó lo mejor en el ejercicio de su ministerio.
Una Iglesia que quiere ofrecer al pueblo "un buen 'hospital de campaña' donde los heridos puedan encontrarse y sentir la cercanía y la ternura de Cristo" no puede "prescindir del carisma" de misericordia de San Camilo del Lellis, vivido por sus hijos, los Ministros de los Enfermos, conocidos como Camilos. Así lo subrayó el Pontífice al invitarlos a hacer de la profecía camiliana "una profecía encarnada, que los impulse a asumir las cargas de los demás, las heridas y las angustias de los hermanos más vulnerables".
"La profecía camiliana hoy"
El Papa recordó el tema elegido para el capítulo, que se celebra en la localidad de Nemi del 2 al 22 de mayo, "¿Qué es la profecía camiliana hoy?" y subrayó a los delegados de todas las provincias de la Orden que se proponen "encontrar nuevos caminos de evangelización y proximidad, para realizar con fidelidad dinámica" el carisma camiliano, "que los pone al servicio de los enfermos".
Respuesta cristiana al individualismo y la indiferencia
El Pontífice recordó además que San Camilo de Lellis, transformado por el amor de Dios, sintió la llamada a dar vida a una nueva familia religiosa que, "imitando la compasión y la ternura de Jesús hacia los que sufren en el cuerpo y en el espíritu, viviera el mandamiento del amor difundiendo con alegría el anuncio del Evangelio y cuidando de los más frágiles".
San Camilo y el estilo del Buen Samaritano
De San Camilo Francisco dijo que se trata de "una de las figuras de santos que mejor encarnan el estilo del Buen Samaritano, de hacerse cercano al hermano herido en el camino. Es la opción de vida que permite salir "de las sombras de un mundo cerrado y generar un mundo abierto", añadió citando su Encíclica Fratelli tutti. Y los invitó a inspirarse en su fundador "para mirar la realidad del sufrimiento, la enfermedad y la muerte con los ojos de Jesús".
Nuevos caminos indicados por el Espíritu
Según el Obispo de Roma esto requiere "una dócil apertura al Espíritu Santo" y también "cierta dosis de audacia, para descubrir y recorrer juntos caminos inexplorados o expresar de forma nueva las potencialidades del carisma y del ministerio camiliano".
La inspiración de las Bienaventuranzas
Francisco los invitó a inspirarse siempre en las Bienaventuranzas, "para llevar, con mansedumbre y sencillez, la buena noticia a los pobres y a los últimos de hoy". Con la confianza "de que el bien que se da a una hermana o a un hermano que sufre es un don hecho al mismo Jesús" y que lo que se ofrece cada día con alegría "no se pierde nunca", sino que siempre "germina y da fruto". Y recordando el "primer amor con el que Jesús conquistó su corazón", los exhortó a renovar siempre "desde las raíces su elección de vida consagrada".
Siguiendo la estela de la solicitud creativa de san Camilo, el Santo Padre los animó “a colaborar con el Espíritu Santo en la búsqueda de todos los caminos para vivir su carisma de misericordia, valorando también de las maneras más adecuadas la colaboración con los laicos, en particular con los agentes sanitarios”. Asimismo les sugirió que cultiven entre ellos y con todos “una espiritualidad de comunión” que los ayude “a discernir mejor lo que el Señor quiere” de ellos. “Buscar en comunión la voluntad del Señor”.
Como un buen hospital de campaña
Al despedirse de estos queridos hermanos, Francisco les agradeció “lo que son y lo que hacen en la Iglesia” recordándoles que “si queremos ofrecer a la gente un buen ‘hospital de campaña’, donde los heridos puedan encontrarse y sentir la cercanía y la ternura de Cristo”, “no podemos prescindir del carisma de San Camilo de Lellis”.
“A ustedes les corresponde dar manos, pies, mente y corazón a este don de Dios, para que siga suscitando las obras de Dios en nuestro tiempo” les dijo el Papa al concluir. Mientras antes de impartirles la bendición del Señor sobre sus trabajos capitulares y su deseo de que la Virgen los acompañe siempre en su camino, el Obispo de Roma les pidió que, por favor, no se olviden de rezar por él.
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