El Papa: confiemos a María la paz en Europa y en el mundo
Alessandro De Carolis - Ciudad del Vaticano
El Papa Francisco no se levantó de su silla porque su rodilla dolorida le obligó a quedarse sentado, pero le gustaría hacerlo para saludar a todos en la medida de lo posible y así lo dijo, disculpándose una vez más al final de la Audiencia General, con la esperanza de dejar pronto atrás este impedimento. Pero ciertamente le gustaría que acompañara con un gesto la carga de su corazón, la que le impulsa en toda circunstancia a pedir que la crisis, o más bien las crisis del mundo destrozado por las guerras, dejen de morder el planeta mirando a María a quien rezamos con especial asiduidad este mes.
Confiar en María en los momentos más difíciles
Hizo esta invitación al dirigirse a los peregrinos de lengua alemana en la Plaza de San Pedro, pero, como en un proceso gradual, casi con cada grupo lingüístico la petición se reformula y reitera. Como con los polacos, que ayer celebraron la fiesta de la Virgen, Reina del País.
Rezar el rosario cada día
Por último, la antigua y nueva "arma", recordada con los fieles de lengua portuguesa, el rezo diario del Rosario.
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