El Papa: Siempre hay que recibir al pobre, acompañarlo e integrarlo
Vatican News
Con gran alegría el Santo Padre recibió en audiencia a un grupo de representantes de Cáritas España, con motivo del 75 aniversario de la fundación de esta institución, que “se ha ganado el respeto de la sociedad española, más allá de sus creencias e ideologías” – les dijo – puesto que “la Caridad, el Amor con mayúsculas, es el rasgo más esencial del ser humano, creado a imagen de Dios, y por ello el lenguaje que más nos acomuna”.
Retos de Cáritas España
Francisco les manifestó que su realidad es muy importante, pues permite ver cómo “el modo de amar divino puede ser pauta del trabajo de Cáritas”, a lo que añadió textualmente:
El primero de los retos a los que el Pontífice aludió fue “la necesidad de trabajar desde las capacidades y las potencialidades acompañando procesos”. No son los resultados los que nos mueven o cumplir objetivos programados, les dijo, sino:
El Papa recordó la existencia de un libro pequeño publicado en España, que se titula “Hermanito”, que relata la vida de un migrante con todo lo que sufrió y cómo fue recibido con caridad en esa nación, en la pudo rehacer su vida. De ahí su recomendación, por ser una obra inspiradora.
El segundo reto necesario, prosiguió diciendo el Papa, es “realizar acciones significativas. No bastan gestos que buscan ‘salir del paso’, pero que no promueven un verdadero cambio en las personas”.
Puerta abierta hacia una vida nueva
Este reto será significativo – añadió el Obispo de Roma – “más allá de la acción concreta, cuando ofrezca a la persona una puerta abierta hacia una vida nueva”.
Además, Francisco les recordó: “El Señor nos propone ser fermento de un reino de justicia, de amor y de paz. Nos pide que seamos nosotros los que demos de comer a su Pueblo ese pan partido que es Él mismo, enseñándonos que el que quiere ser verdaderamente grande debe hacerse servidor de todos”.
Cáritas como esa mano tendida que es de Cristo
El último reto que destacó el Papa fue el de “ser cauce de la acción de la comunidad eclesial”. Y explicó que “la Iglesia, como cuerpo místico de Cristo, prolonga en la historia su acción, por ello, Cáritas se nos propone como esa mano tendida que es de Cristo cuando nosotros la ofrecemos al que nos necesita, y a la vez nos permite aferrar a Cristo cuando Él nos interpela en el sufrimiento del hermano”.
Francisco añadió: “Ser cauce debería entenderse, sobre todo, como esa oportunidad – de la que todos deberían aprovecharse – para hacer esa experiencia única y necesaria a la que el Señor nos invita cuando dice: ¿Quieres saber quién es tu prójimo? Ve tú y haz lo mismo’”.
Y se despidió invocando la bendición de Dios, pidiéndoles que conserven el buen humor, que es parte del Espíritu Santo, sin olvidarse de rezar por él.
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