El Papa: Caminar junto a los jóvenes para despertar en ellos la esperanza
Francesca Sabatinelli, Ciudad del Vaticano
La importancia del acompañamiento de los jóvenes, incluso en una perspectiva ecuménica, son los dos aspectos por los que el Papa elogió la labor de los capellanes escolares de la Suiza francesa, algunos de los cuales fueron recibidos hoy en audiencia por Francisco. Su "exigente trabajo", como lo definió el Papa, "da mucho a quienes lo viven con una fuerte motivación y con un espíritu generoso", que es importante precisamente por su cercanía a la realidad de los jóvenes:
"Esto es precioso porque no son cosas que han leído en los libros: es el fruto de su estar con los jóvenes, acompañándolos, escuchándolos... Y también llevándolos ante el Señor, en la oración. Es ahí, en el silencio, donde resurgen los rostros, las historias, las sonrisas y las lágrimas, los sueños... Y es ahí donde también encuentran el impulso interior, porque un trabajo como el suyo absorbe mucha energía y puede agotar el espíritu si no hay la "savia" del Señor para recargarlo.
Mirando al Sínodo
A continuación, Francisco se remonta al trabajo del Sínodo para y con los jóvenes de hace cuatro años y a sus frutos, para indicar a los capellanes cómo, gracias a su cercanía a los jóvenes, pudieron "en cierto sentido, escribir nuevas páginas de la Carta que salió de aquel Sínodo: la Exhortación Apostólica Christus vivit":
"Cada vez que uno de ustedes acompaña a dos o tres jóvenes en camino, los escucha, escucha las decepciones, los fracasos, las dudas que llevan dentro, y luego les habla de Jesucristo, despertando la esperanza en sus corazones, ahí se renueva algo de la experiencia de los discípulos de Emaús. No depende de su habilidad: es Cristo vivo quien pasa, es su Espíritu quien actúa; pero es importante que estén allí, su presencia junto a ellos es necesaria".
El valor del ecumenismo
Por último, pero no por ello menos importante, el segundo aspecto, el ecuménico, ya que ser a la vez católico y protestante y trabajar juntos en colaboración, significa para los capellanes dar "un buen testimonio, y puede ayudar a la Iglesia a crecer hacia una unidad cada vez más plena, más conforme a la voluntad de Cristo el Señor".
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